Por: Dr. Edgar León
En la búsqueda de comprender la naturaleza de la deuda de Puerto Rico y su impacto en la población, es esencial analizar las causas subyacentes y considerar quiénes deben asumir la responsabilidad de esta carga financiera. A lo largo de los años, la isla caribeña ha enfrentado desafíos económicos y fiscales significativos que han contribuido al crecimiento de su deuda. Sin embargo, es crucial recordar que la responsabilidad de la deuda no recae únicamente en los consumidores, sino en un conjunto de factores y decisiones gubernamentales.
La crisis económica y fiscal que ha afectado a Puerto Rico en los últimos años ha sido causada por una serie de factores interrelacionados. En particular, la falta de pago de las agencias gubernamentales, el endeudamiento sin control de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y su junta de gobierno, los subsidios a entidades públicas y la compra de combustibles fósiles a sobreprecio han contribuido al colapso económico. La deuda acumulada ha sido generada por decisiones gubernamentales y administrativas, y no por los consumidores directamente.
La carga de la deuda recae ahora sobre la población trabajadora y los consumidores, lo que plantea preguntas legítimas sobre la equidad y la justicia en esta situación. Los aumentos proyectados en los costos de la energía, como se espera con el incremento del 20%, podrían tener efectos devastadores en la economía local. El aumento de los costos de energía amenaza con asfixiar a las empresas locales, lo que podría llevar a la quiebra de muchas familias y negocios pequeños que ya están luchando por sobrevivir.
La posibilidad de que los consumidores que invierten en energía solar y baterías también enfrenten mayores costos es una perspectiva preocupante. A medida que más personas adopten tecnologías de energía renovable, los costos podrían aumentar para los que dependen del sistema eléctrico tradicional, lo que crea un dilema en cuanto a la sostenibilidad financiera de la población.
Una solución crucial para abordar la deuda de Puerto Rico radica en la identificación de responsables y en la rendición de cuentas. Es fundamental que aquellos que tomaron decisiones irresponsables y aprobaron gastos excesivos sean responsables de sus acciones. Esto incluye a quienes firmaron por los préstamos y permitieron el uso inapropiado de los fondos del retiro de empleados. La transparencia en este proceso es esencial para restaurar la confianza en el sistema y garantizar que la población no siga cargando con la deuda de otros.
Además, explorar alternativas energéticas sostenibles también podría contribuir a aliviar la carga financiera de Puerto Rico. La adopción de tecnologías de energía renovable, como la electricidad por fusión, podría ofrecer una fuente de energía más eficiente y rentable a largo plazo, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles y abriendo nuevas oportunidades económicas.
En última instancia, abordar la deuda de Puerto Rico requiere un enfoque colaborativo y multidimensional. Los consumidores no deberían cargar solos con la carga financiera causada por decisiones gubernamentales y administrativas. Es hora de buscar soluciones equitativas que garanticen un futuro más estable y próspero para todos los residentes de la isla.
