Dra. María “Cuqui” Sotelo-Porto
Doctorado en Educación, especialidad Educación Especial
En esta temporada política, no podemos dejar de ver y escuchar constantemente en diversos medios de comunicación a los famosos candidatos a escaños políticos. Algunos son caras conocidas que intentan servirle al pueblo, sirviéndose ellos primero; otros caras que aparecen sólo para convencer al electorado a que voten por ellos y luego que son elegidos desaparecen del escenario por arte de magia; muy pocas caras que tienen la empatía, las cualidades profesionales, cognitivas y emocionales para forjar un mejor Puerto Rico.
La profesora Jannette Vargas en su escrito Decisión Mayagüez 2024, del 1 de noviembre de 2023 para el periódico Visión, describe claramente diversos atributos de nuestros políticos, entre ellos: vienen a servirse y no a servir, deseo de poder, ínfulas de grandeza, soberbia, no compasivos ante un pueblo que pide mejora en su calidad de vida, enfoque desmedido en la infraestructura por encima de las necesidades apremiantes de las personas, desconocimiento de las necesidades de las personas, y una trillada actitud de prometer lo que en realidad son las funciones del puesto que ocupa, carente de ofrecer nuevas soluciones a viejos problemas.
Puerto Rico años tras años sufre una fuga de cerebros, que consiste de jóvenes profesionales y no tan jóvenes con habilidades específicas para ejercer un cargo que deciden irse de Puerto Rico en busca de mejores oportunidades; un alto nivel desempleo, aunque algunos políticos cínicamente dicen que han logrado bajar dicha tasa; una creciente población de personas de la tercera edad, que carecen de adecuados servicios para atender sus necesidades, azotándolos la miseria y la angustia. Puerto Rico le ofrece a nuestra población limitados trabajos sin beneficios, de tipo transitorios, sin plan médico y muy pocas horas laborables.
Ante este cruel escenario, nuestros famosos políticos no están ajenos a esta realidad, sino que están distantes a actuar para solucionar el problema. Sin embargo, son muy cercanos a sentarse con altos dignatarios para compartir una cena, bailar en paradas y realizar alianzas económicas para nutrir los bolsillos de los amiguitos del alma, estar con los “panas” que juegan en los esquemas de sobornos y realizan pagos de comisiones ilegales, conocidas en inglés Kickbacks.
Cuando escucho a los candidatos políticos expresarse en diversos medios de comunicación, me agobia cómo algunos se expresan, cómo se proyectan; me preocupa su percepción de lo que ellos entienden qué es una propuesta, un plan de trabajo; en algunos casos me indigna lo que ellos han seleccionado como necesidades de mayor prioridad, carente de un estudio minucioso o de investigaciones profesionales, lejos de la realidad de lo que sufre nuestra gente. Me agobia la utilización de la “tiraera” para distraer y no discutir soluciones adecuadas a los problemas de la comunidad. Me indigna la falta de demostración de capacidad intelectual y emocional, respeto y amor al prójimo de algunos políticos.
Los candidatos políticos cuando los escucho en diversos programas radiales, en las redes sociales y otros medios de comunicación, detenidamente analizo y evaluó sus expresiones y ejecutorias; no me puedo contener hacer esto como ciudadana, educadora, historiadora, líder comunitaria, y mucho menos como analista conductual en mi desempeño profesional.
Cuando escucho a los candidatos políticos deseo conocer su perfil, su curriculum vitae. En el ámbito de preparación profesional, no deseo escuchar las siguientes expresiones: “yo estudie…”, pues hay quienes estudian en universidades y no logran obtener su diploma, no logran obtener su grado académico. ¡Agradeceré su honestidad!. Prefiero escuchar “tengo un casi, casi doctorado, pues no he terminado”, que escuchar “estudié tecnología” dando la impresión que tiene un grado académico. Además, no traten de impresionar con títulos de doctorado que proceden de organismo fuera de Puerto Rico, que no son otorgados de instituciones universitarias acreditadas en Puerto Rico o en Estados Unidos. Un doctorado que no se le requirió completar cursos y créditos, ni tampoco se le requirió aprobar una nota, mucho menos realizar una disertación (investigación), únicamente se le solicitó pagar una membresía a una organización establecida en una república no constitucional o no democrática. ¡Por favor, no más ínfulas de grandeza, no más soberbia!.
Es necesario conocer la preparación profesional de nuestros candidatos a escaños políticos, debido que los procesos de toma de decisiones en la legislatura o en cualquier rama de gobierno requiere personas con habilidades, destrezas, conocimientos, madurez intelectual y emocional para ejercer con seriedad y compromiso las funciones del puesto. Hay que seleccionar personas con pensamiento crítico y no con pensamiento pasivo o ingenuo.
He notado que algunos candidatos presentan ausencia o muy poca experiencia en el servicio público o ausencia o muy poca experiencia laboral. Algunos no han pasado por el proceso de selección basado en la meritocracia, sino que son empleados de algún familiar o de algún amigo del alma. La meritocracia es un sistema que elige el personal basado en sus competencias, destrezas o habilidades, no en la posición social o en interés particulares o personales. La misma tiene como objetivo que en la administración pública se logre la transparencia y calidad en los servicios a darse a los ciudadanos. Un candidato político que aspire a ser legislador o en cualquier rama del gobierno debe ser un profesional altamente competente cuya evaluación de sus ejecutorias deben basarse en evaluaciones objetivas, con criterios establecidos por la agencia y aplicados de forma uniforme para todas las personas.
Respecto a las actividades cívicas, que según los candidatos han participado, me gustaría conocer quién o qué institución la dirigió, quiénes participaron, cuál fue su impacto en la comunidad, la fecha en que se realizó. Esa artimaña de sacar fotos en unos, dos o tres segundos para convencer al observador de su participación en actividades cívicas, no es sinónimo de ser empático y bondadoso. Ser un líder cívico refleja una conducta constante al servicio de los más necesitados.
Considero muy importante que los candidatos políticos tengan una adecuada educación continua para mantenerse actualizado en el trabajo, esto contribuye a la producción de nuevas ideas y generar nuevas formas de solucionar problemas. Un candidato a un escaño político sin una adecuada preparación en educación continua o una poca educación continua puede repercutir de forma negativa en su desempeño laboral, debido a que no tiene actualizada las competencias necesarias para la toma de decisiones y en las soluciones de los problemas, puede convertirse en un ente obstaculizador de cambios idóneos de formulación de nuevos proyectos para mejorar la calidad de vida de las personas.
Ante lo mencionado, se hace imperioso que además de solicitarle una cantidad de endosos, se haga público en una página oficial del gobierno el currículo vitae de los candidatos, que esté debidamente validado. Es decir, no haya duda de lo que aparezca en el escrito sea cierto. Necesitamos urgentemente personal muy bien capacitado en la legislatura y en las demás ramas del gobierno. Necesitamos personas con compromiso, integridad y amor hacia los más vulnerables. Necesitamos representantes, senadores, alcaldes que se atrevan a decir NO a la corrupción y tengan el valor de combatirla. De esta forma, se contribuirá a que cada familia puertorriqueña prospere y mejore su calidad de vida.
Amiga y amigo elector, te recuerdo que el futuro es donde vas a pasar el resto de tu vida, tú tienes el poder, atrévete a tomar la decisión correcta para crear un futuro mejor. Atrévete a expresarte, atrévete a luchar por tu bienestar y el de los demás. Atrévete a seleccionar lo mejor de lo mejor.
