Brenda Berríos telecomunicadora del 9-1-1.
Por: Ivelise Feliciano Vélez
Brenda Berríos, es una de las trabajadoras reconocidas en la semana de las telecomunicaciones. Lleva alrededor de 22 años laborando con el negociado del 9-1-1. Para ella ha sido una experiencia satisfactoria, ya que, pese a los retos que enfrenta, su trabajo le permite ayudar a otros mediante llamadas telefónicas.
“Yo comencé, de hecho, yo estaba trabajando en telecomunicaciones y siempre me gustó y me interesó mucho el querer ayudar a otras personas y vi la oportunidad, pues entré entonces al sistema 9-1-1 y me encantó”, explicó.
La labor de un telecomunicador puede ser agotadora, debido a que en ocasiones reciben muchas llamadas, e incluso atienden casos difíciles de manejar, que pueden ser desde emergencias de salud, hasta casos de violencia. Entre las llamadas que más reciben se encuentran casos médicos y accidentes. Es por este motivo que para trabajar en esta área se debe tener empatía y estabilidad emocional, así lo indicó Berríos, que ha atendido distintos tipos de casos.
Para la telecomunicadora, uno de los casos que le impacta atender son las emergencias con niños, porque es madre, sin embargo, ha podido canalizar las emociones para que no le afecte a ella y a su familia.
“Al principio, en los primeros años, había que trabajar y alimentarse uno mismo, prepararse y tratar de no llevarse esas situaciones que uno trabaja durante el día hacia el hogar, pero con el tiempo uno aprende”, comentó.
Según el relacionista público para el Negociado del Sistema de Emergencias 9-1-1, Exel López, la agencia reúne esfuerzos para que cada empleado pueda tener estabilidad dentro y fuera de su trabajo, por lo que ofrecen diversos recursos como son los adiestramientos. De esta manera, los telecomunicadores podrán manejar cada emoción que sienten antes de llegar a su hogar, dejando su labor en el negociado.
“Tenemos una terapeuta que lleva con nosotros muchísimos años también”, expresó Exel López y añadió, que de algún empleado sentirse con la necesidad de comunicarse, compartir o desahogarse puede acudir donde estos recursos.
Esto es importante para los telecomunicadores y así lo dejó saber Brenda Berríos, que utilizó los recursos en una de las ocasiones más difíciles que enfrentó en su trabajo, el atender un caso de suicidio. Cuando una persona contactó el 9-1-1, Berríos tomó la llamada y pese a que hizo todo lo posible para ayudar a la persona, esta decidió quitarse la vida. En esos momentos, Berríos, con la ayuda del negociado, pudo -continuar.
“En ese momento lo trabajé. Fui fuerte, lo trabajé y automáticamente cuando termine la llamada, no le miento, lloré. Lo hablé con mi supervisor, me desahogué y lo trabajamos. Emocionalmente lo trabajamos. Utilizamos el recurso y lo superamos”, detalló la telecomunicadora.
El negociado del sistema de emergencias recibe alrededor de 6 mil llamadas diarias y pese a que no todas son una emergencia, son atendidas. “La realidad es que todavía tenemos un reto. Alrededor del 70% de las llamadas no son emergencias reales. Hay muchas personas que se les marca el teléfono, hay otros que son niños jugando con el teléfono y aunque se le desconecta de la línea de teléfono, de la compañía de celular, el sistema 9-1-1, el número como tal sigue generando llamadas” explicó López.
Otras de las llamadas que reciben sin ser una emergencia son de envejecientes que en ocasiones se sienten solos. Los telecomunicadores atienden estas llamadas con mucha empatía. Además, el sistema 9-1-1 puede atender mensajes de texto, beneficiando no solo a las víctimas de algún caso de violencia, sino a la comunidad sorda.
De acuerdo con López, el Negociado del Sistema 9-1-1 también une esfuerzos con distintas agencias e instituciones proveyéndoles información sobre la agencia. Además participan de diversas ferias de servicio que ofrece el gobierno y son parte de campañas informativas sobre este sistema. Para comunicarse con ellos puede contactar a la oficina de Comunicaciones y Educación.
