La alcaldesa del Municipio de Canóvanas, Lornna Soto Villanueva, expresó hoy su profunda indignación ante la decisión de la Junta de Supervisión Fiscal de excluir a Canóvanas de la distribución de los 35 millones de dólares asignados como parte del llamado “rescate financiero” para los municipios.
“Hoy me siento frustrada, preocupada y, sobre todo, indignada. Esta decisión no solo es injusta, también representa una amenaza directa a servicios esenciales que ofrecemos diariamente a nuestra gente, especialmente a los sectores más vulnerables. No se puede tomar a la ligera lo que para muchos significa su única línea de apoyo en atención médica en comunidades y hogares con personas encamadas, y educación cultural como la que ofrecemos en la Escuela de Bellas Artes y en nuestros programas deportivos, donde hemos motivado, integrado y encarrilado a cientos de jóvenes que antes estaban en la calle en zonas de riesgo potenciales. Por otro lado, la seguridad en nuestras carreteras y espacios públicos también está en juego ya que se verá afectada el desyerbo de carreteras y el ornato”, manifestó Soto, quien indicó que, anticipando los retos fiscales, ya había implementado una serie de recortes significativos en el presupuesto municipal.
La alcaldesa también lamentó que, a pesar del cumplimiento con los requisitos establecidos, se esté castigando a municipios que enfrentan realidades fiscales difíciles. “Lamentablemente, el Municipio de Canóvanas no genera suficientes ingresos propios para cubrir su gasto básico. Desde la creación de la Junta de Supervisión Fiscal bajo la Ley PROMESA, el Fondo de Equiparación ha reducido progresivamente a los municipios. Muchas de las decisiones, como esta, se han tomado con una visión puramente financiera, sin considerar el impacto socioeconómico en nuestro ecosistema municipal. No se están midiendo los resultados sociales de nuestros esfuerzos, que muchas veces no son tangibles en términos contables, como lo es haber rescatado, encarrilado e integrado a cientos de jóvenes a través de nuestros programas deportivos y de Bellas Artes, reduciendo así la delincuencia y la deserción escolar”, añadió.
Según la Alcaldesa, Canóvanas ha demostrado tener una necesidad clara y ha cumplido con los parámetros establecidos. “La Junta de Control Fiscal no puede dejar a nuestro municipio fuera de esta asignación. Tenemos la necesidad, y también tenemos cómo probarla. Hemos sido fiscalmente responsables, hemos hecho ajustes, hemos seguido las reglas, y no vamos a aceptar que se nos castigue injustamente. Exigimos que se nos otorgue lo que nos corresponde y presentaremos los datos y la evidencia que lo respaldan”, reiteró Soto, visiblemente molesta.
Soto subrayó que dejar a Canóvanas fuera de los fondos impactaría directamente áreas críticas como los servicios de salud comunitaria y los programas para la niñez y la juventud. “No es una exageración decir que cada dólar cuenta. En nuestras comunidades, el esfuerzo municipal marca la diferencia entre la estabilidad y el abandono. No podemos permitir que decisiones tomadas desde lejos, sin escuchar nuestras realidades, afecten la calidad de vida de nuestra gente”, enfatizó.
La primera ejecutiva municipal informó que presentará formalmente una solicitud de reconsideración ante la Junta de Supervisión Fiscal. “Voy a activar todos los mecanismos que estén a nuestro alcance para defender los servicios que ofrecemos a nuestra gente, particularmente a la población pobre y vulnerable. Esta lucha no es por protagonismo. Es por justicia, por respeto y por dignidad. Como alcaldesa, mi deber es proteger a mi pueblo, y así lo haré”, afirmó Soto.
Soto concluyó su mensaje reafirmando su compromiso con los ciudadanos de Canóvanas. “Esto no se trata de política. Esto se trata de sentido común, de humanidad, de balance y de hacer lo correcto. No voy a descansar hasta que se haga justicia. Nuestra gente no se merece menos”.
