Diversas organizaciones sin fines de lucro, científicas y comunitarias se reunieron en la biblioteca municipal de Cabo Rojo, Blanca Colberg Rodríguez, para manifestar su oposición a la construcción del proyecto Esencia, un desarrollo hotelero propuesto en el área de Boquerón, específicamente en la zona conocida como Los Pozos.
«Queremos que el Departamento de Recursos Naturales (DRNA) celebre vistas públicas y explique al pueblo qué es lo que está sucediendo con este proyecto, sobre todo cómo es que esa certificación de la agencia se ha dado de una manera irregular y acelerada de tal forma que hicieron un deslinde en tiempo récord, lo que no le ha dado tiempo a las organizaciones para estudiarlo», declaró Ruperto Chaparro, director del programa ‘Sea Grant’ de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez (UPRM).
Asimismo, Pedro Valle, presidente de la Junta de Directores del Comité del Comité Caborrojeño Pro Salud y Ambiente se sumó al reclamo para solicitarle al gobierno que le den la oportunidad a la ciudadanía para participar con respecto a ese tipo de decisión. «Es un proyecto de una escala gigantesca, en un lugar muy, sensitivo ecológicamente. Esos terrenos dan a un ecosistema muy frágil, como son los bosques de mangle que están en el área de la laguna de la bahía de Boquerón», expresó.
Las organizaciones señalaron que el proyecto, que abarca aproximadamente 2,000 cuerdas de terreno, podría afectar gravemente el ecosistema local. De hecho, Valle alertó sobre el uso de químicos en los campos de golf propuestos: «Si llueve, ¿a dónde va esa corriente? Obviamente a la laguna, en esa área donde están los mangles, y eso tiene que afectar la vida marina allí».
Además de las preocupaciones ambientales, los líderes comunitarios destacaron el posible impacto en el patrimonio cultural y arqueológico. Por ejemplo, Valle mencionó que: «Se han identificado más de una docena de yacimientos arqueológicos en esa finca. Eso nunca se ha estudiado seriamente, pero quién sabe los tesoros culturales que pueden estar allí. Hasta que no se investigue con detenimiento «.
El presidente de la Junta de Directores del Comité del Comité Caborrojeño a su vez expresó inquietudes sobre la infraestructura de Cabo Rojo, que no está preparada para el volumen de tráfico y la demanda de servicios que el proyecto traería.
“Un proyecto de semejante magnitud puede generar hasta 2,000 viajes diarios y las carreteras de esa zona no están preparadas para eso. Además el sistema eléctrico es inadecuado para atender la demanda actual. Imagínate con unas 500 habitaciones de hotel y 900 casas adicionales conectadas al sistema de infraestructura, tanto de luz como de agua”, advirtió.
Las organizaciones cuestionaron la falta de transparencia en el proceso. Chaparro afirmó: “Queremos que tomen en consideración lo que tienen que decir las organizaciones, así como las personas independientemente que quieran recibir información sobre por qué están haciendo estos permisos de esa manera tan acelerada y prácticamente escondidas del pueblo».
La reunión estuvo abierta al público y representó el primer paso de varias actividades en oposición al proyecto. «Lo que queremos es unir fuerzas y que se vea que todas las organizaciones estamos unidas tratando de llevar el mensaje a las agencias reguladoras», expresó Chaparro.
Por su parte, Valle concluyó reflexionando sobre el futuro de Cabo Rojo: «Si este proyecto sigue adelante, cambiará la esencia de lo que es Cabo Rojo para siempre, y eso no es lo que queríamos nosotros».
