La paciencia de la alcaldesa María M. Vega Pagán con la alta gerencia de LUMA llegó a su fin.
“Mi pueblo no tiene luz, no tiene explicaciones serias ni soluciones reales. ¡Esto es un descaro!”, indicó de manera airada.
Tras más de 96 horas sin energía eléctrica, relevos de carga, bajo voltaje y un aparente desconocimiento de cómo arreglar el problema, Vega Pagán tronó contra la total desinformación de la empresa que, con breves y escuetos mensajes en las redes sociales, pretendieron disfrazar su incompetencia en el manejo de la crisis de electricidad que ha sufrido el municipio.
“Lo que tienen que hacer es hablarle claro a la gente que dejan sin luz e información precisa. Aquí nos han faltado el respeto a todos y siguen jugando con la estabilidad emocional y tranquilidad de los consumidores, que sostienen a la empresa pagando puntualmente la factura, aunque la energía no llegue a las casas”, demandó la alcaldesa.
Y a pesar de que ha estado en la calle hasta la madrugada verificando el estatus de los trabajos, especialmente en la subestación de Guácaro, LUMA ha fallado en proveer el suministro continuo de luz sin interrupciones, como debe ser.
“Llevamos desde el viernes con esta pesadilla. Luego de tres días, se les ocurre decir que todo empezó con una culebra. ¿Así que fue un animal lo que colapsó todo un sistema y tardaron 72 horas en enterarse ?¿Cuál entonces es la solución si todavía seguimos sin luz? Por eso es que no gozan de credibilidad ante el pueblo”, manifestó en tono enérgico.
Señaló Vega Pagán que el único mensaje que recibió del Presidente de LUMA, Juan Saca, durante toda esta penuria vivida, fue un texto el pasado domingo,y solo porque ella alzó su voz exigiendo que se resolviera el problema de inmediato.
“¿Alguien ha visto al Presidente de LUMA? Ni siquiera ha demostrado preocupación por el sufrimiento de nuestra gente, que es la que paga por su salario y por el servicio que no reciben. De esto se trata. La poca empatía que han tenido ante nuestro pueblo desde que asumieron la administración del servicio de distribución de energía eléctrica”, acusó.
La Ejecutiva Municipal aseveró que el consorcio no ha mostrado siquiera una pizca de sensibilidad, preocupación o ajoro en resolver la situación de los abonados, que ha dejado a decenas con pérdidas de alimentos y enseres, afectado la economía local con pérdidas en el sector comercial, como igualmente, la salud de encamados y personas con enfermedades crónicas, por la carencia de electricidad para sus equipos médicos.
“¿Y quién responde por esas pérdidas? Porque también ellos se niegan a asumir los costos de su incompetencia, que son una carga onerosa para ciudadanos, personas enfermas y comerciantes”, adjudicó.
Y aunque la alcaldesa ha visto las brigadas trabajando día y noche, la gerencia no alcanza encontrar una solución permanente a la crisis, que se perfila como la de nunca acabar.
“Y ya comienza la temporada alta de huracanes sin que realmente estén preparados. ¡Basta ya de tanta incompetencia!”, denunció la alcaldesa María M. Vega Pagán.
