“A mi amado y respetado Distrito 37:
Desde el primer día en el que llegué, con el corazón en la mano, humildemente y llena de entusiasmo, a la Cámara de Representantes de Puerto Rico, lo hice muy convencida de mi compromiso real e inquebrantable con mis queridos constituyentes de los municipios de Loíza, Río Grande y Canóvanas, sin mirar colores políticos, sino muy enfocada en el trabajo de responsabilidad, disciplina y honestidad.
Desde entonces, he trabajado largas e interminables horas a favor de mi amado Distrito 37, pues mi norte siempre ha sido resolver situaciones y problemas apremiantes.
Por ejemplo, con lo anterior en mente, radiqué el Proyecto de la Cámara 281, junto a mi respetado compañero Jerry Z. Nieves Rosario, con el que busqué algo muy claro y urgente: que el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) pudiese actuar, de inmediato, cuando la erosión costera amenaza a nuestra gente, más allá de todo tipo de permiso o papeleo oficial. Porque, para mí, la vida y seguridad de mis constituyentes vale oro y no se negocia por nada del mundo.
Hoy día, tristemente, si una comunidad sufre el embate del mar, el DRNA no puede hacer nada hasta que alguien —un alcalde o un ciudadano— someta una solicitud formal. Esta es la realidad, muy triste por demás, con la que no estoy de acuerdo.
Eso toma días, semanas… y a veces nunca llega. Mientras tanto, las olas siguen entrando, las calles se derrumban y las familias pierden sus hogares.
Ciertamente, mi responsabilidad como legisladora me obliga a actuar… y es ahora. Dejarlo para después, sería irresponsable de mi parte.
Yo represento a un distrito costero: Loíza, Río Grande y Canóvanas. Y en estos pueblos, la erosión no es una teoría ambiental: es una realidad muy dolorosa y urgente.
Ver a mi gente llorar, desesperada al sentir que lo puede perder todo, no es una opción.
???? En Parcelas Suárez, el mar ha seguido comiéndose la costa sin freno.
???? En el sector Las Carreras, han tenido que poner piedras para detener los daños… pero eso sólo es un alivio temporero.
???? He caminado esas calles, he escuchado el miedo de las familias y no me voy a quedar con los brazos cruzados.
Por eso este proyecto es tan importante. Porque permite al DRNA:
Actuar sin esperar burocracia.
Colocar barreras de protección rápidamente, como ‘geotubos’, sacos de arena o dunas vegetales.
Hacer estudios técnicos sin tener que esperar a que alguien toque la puerta.
Y quiero ser clara, responsablemente:
Esta ley no le quita poder a ningún municipio.
Lo que hace es reforzar y complementar su capacidad, especialmente a pueblos con menos recursos. Es decir: si un municipio no puede responder con rapidez, el DRNA sí podrá hacerlo.
Entretanto, a la alcaldesa de Loíza, que ha dicho que este proyecto es “inconsecuente”, le digo con respeto, pero con firmeza:
Inconsecuente es no hacer nada, mientras el mar se lleva nuestras comunidades.
Inconsecuente es quedarse esperando a que otra agencia actúe, mientras la gente pierde su casa.
Mi llamado es claro: dejemos los ataques y abramos una mesa de diálogo.
Estoy aquí para servirle al pueblo que me eligió, como su representante, y que tanto espera de mí y no le voy a fallar nunca.
Y si algo he demostrado, en menos de seis meses como representante, es que no he perdido el tiempo: he caminado, he legislado y he defendido a mi gente con hechos, no palabras.
???? Este proyecto es una herramienta real.
No resuelve todo —y yo nunca he dicho que lo haga— pero abre la puerta para responder más rápido, proteger mejor y prevenir desastres.
Estoy aquí para luchar, con el corazón en la mano, por Loíza, por Río Grande, por Canóvanas, y por cada familia que vive con miedo cada vez que llueve o el mar se agita”.
Cuenten conmigo,
Su amiga siempre, Carmen Medina Calderón.
