Dra. María Sotelo Porto
En la búsqueda de información que me lleve a tomar decisiones que contribuyan a seleccionar al candidato adecuado para liderar la poltrona de Mayagüez, me enfrento a diversas informaciones en diversos medios de comunicación. Disfruto ese derecho que nos da la democracia constitucional de poder acceder libremente a distinta información. En definitiva, soy yo quien decide qué información es útil en esos diferentes medios de expresión. Me pregunto: ¿lo útil se relaciona con la verdad?, ¿Cuál verdad?. Lo mencionado me lleva a recordar la frase de Paulo Freire que alude que la educación no es neutral. Realmente la vida no es neutral, hay que tomar decisiones y seleccionar lo que uno considera adecuado para el bienestar de uno y de los demás. Como he escuchado, “estás con Dios o estás con el Diablo”. Es consabido que en el ambiente político la verdad no es neutral.
Se nos ha enseñado que un periodismo profesional es uno que busca la verdad y es leal con la ciudadanía. Al reflexionar dicha característica del periodismo profesional, me pregunto: ¿qué sucede cuando la verdad no es útil para un sector de la sociedad o para el periodista?, ¿qué “verdad” se está informando en los diversos medios de comunicación?, ¿Quiénes son los que informan esa “verdad” y cuáles son sus intereses?, ¿la verdad está siendo controlada por la propaganda, el poder político, poder económico u otros intereses? , ¿Qué papel desempeña los responsables de informar la verdad en las contiendas electorales?, ¿Qué poder influye en las personas responsables de informar la verdad?. Sobre todo, ¿qué efecto tiene en el receptor de ese mensaje que proviene de diversos medios de comunicación?.
En las diversas lecturas realizadas he podido identificar algunos medios que utiliza el adversario político con la intención de derrotar a su contrincante, entre ellos: la propaganda, la máquina del fango y el “lawfare”.
La propaganda política se caracteriza por utilizar frases o mensajes que tienen como finalidad influir en los electores en favor o en contra de partidos o candidatos. Un aspecto que no se debe olvidar es que el poder económico por encima del poder político facilita que se impulse la propaganda disfrazada como «libertad de prensa».
La máquina del fango, definida por Umberto Eco (2015), consiste en tergiversar información personal del adversario político. Es acusar al adversario político de que ha hecho algo para crear duda con el propósito de desprestigiarlo.
El “lawfare”, o instrumentalización de la justicia, es cuando un actor político usa el sistema de justicia, las agencias del Estado, los procesos legales y administrativos para perseguir y dañar la imagen pública de un adversario político con el fin de destruirlo. El “lawfare” actúa dando la apariencia de ser legal, utiliza los medios de comunicación con el fin de provocar presión pública en contra de una persona. La máquina del fango impulsa el “lawfare”, y el “lawfare” promueve que la máquina del fango siga funcionando.
En esta contienda electoral tengo la obligación de decidir que información es útil, discernir si es verdad o no, diferenciar que es un periodismo profesional, identificar los diversos modos que utiliza el adversario político con la intención de derrotar a su contrincante, entre ellos: la propaganda, la máquina del fango y el “lawfare”. Ante todo, debo decidir quién tiene las cualidades para liderar la poltrona de la ciudad de Mayagüez. De acuerdo con mi percepción, las cualidades que debe tener un verdadero líder para dirigir la alcaldía de Mayagüez es el respeto, la empatía, la humildad, el amor incondicional y su constante servicio en ayudar al prójimo. Independiente del uso de la propaganda, de la máquina del fango y del “lawfare” que puedan utilizar los adversarios políticos, la verdad que observa y siente el pueblo se traduce en servicio, en obras dirigidas al más necesitado. Esto no lo puede dañar ni destruir nadie.
