Saturday, May 4, 2024
spot_img
HomePuntos de VistaLa auditoría del “corazón”

La auditoría del “corazón”

Lcdo. Luis Ibrahyn Casiano – Trabajador Social Clínico

Durante la vida nos enseñan a avanzar pese a todo, sin embargo, no es hasta que en cada estadio del desarrollo enfrentamos las crisis que nos preguntamos qué sucede y vemos la necesidad del autorreconocimiento. Yo también he vivido ello, especialmente en la etapa donde no eres joven pero tampoco viejo, y miramos hacia atrás con añoranza y hacia delante con escepticismo; pero muy poco el aquí y el ahora. Estos días tuve que despedir de entre mis brazos a mi perra Lola, quien por más de 13 años acompañó a mi familia, Esa última semana fue muy dura, aunque ya venía deteriorándose y fue sometida a 3 operaciones y recuperaba, sabíamos que el final llegaría al paso de los meses o cortos años. Pero no fue hasta que su vida se extinguía donde verdaderamente me di cuenta con todos los sentidos que ésta tiene caducidad; y eso, no puede detenerse. Mientras en mis brazos su corazón dejaba de latir y su cuerpo se hacía más pesado, pensé mucho en instantes de segundos, pero antes de comenzar a pensar con claridad, mis sentimientos se exteriorizan con un “te amo, gracias por todo”. Les cuento esto, porque allí es donde comenzó esa nueva auditoría de mi corazón, y no es que no haya sufrido partidas físicas antes, pero jamás había acompañado a un ser sintiente en sus últimas horas, minutos y segundos; hasta la nada que se vuelve un todo.

Estamos viviendo tiempos de automatización, poco sentimos o muy poco nos damos el tiempo de sentir pensando que todo es eterno, y es imperante para sanar que podamos ver nuestra vida en un paralelo con un Mundo finito que tiene un fin. Es imprescindible que comencemos a ser agradecidos, a crear conexiones sinceras, vínculos afectivos responsables y colaboraciones para el crecimiento de las partes sin protagonismos. Sea un ser humano u otro ser viviente quien esté delante, debemos observarlo con el mayor de los respetos, con empatía y como una parte extendida de los que somos. Me preocupa mucho lo que estamos viviendo como sociedad, como vemos al Mundo, pues eludimos vínculos por miedo al dolor o por avaricia, y nos hacemos cada día más autómatas, más maquinas que personas. Y ese mundo es otro, no al que hemos sido convocamos a nacer, crecer y a participar activamente. Esa participación, no solo se da desde las interacciones habituales, sino, desde la capacidad de ser recíprocos, de tener la certeza de lo que recibimos y de lo que ofrecemos. Ahora que estamos inmersos en las festividades navideñas, ya sea desde su simbología de fe o desde lo cultural, estamos más vulnerables a experimentar sensaciones particulares de vacío, de sufrimiento y de soledad; pero es verdaderamente abrazando la tristeza que podremos encararla desde la metodología del reconocimiento de lo que las provoca. Que este, sea el tiempo de comenzar a sanar…

Algunos(as) sabemos nombrar que aspectos son, ponerle rostro y remontarnos a esos sucesos que nos marcaron, pero otras personas no, y tanto nosotros como quien no puede observar todas sus dimensiones, debemos atrevernos a buscar ayuda. Esa ayuda, además de la profesional, la cual se debe buscar sin postergar y olvidando los prejuicios, también está en aquellas personas que nos notan aun en nuestra percepción de invisibilidad. Esas personas que nos dan su mano, su estimulo de fuerza y su tiempo son nuestro soporte mientras hacemos una pausa para auditar el “corazón”. No continuemos la marcha cegadora de la automatización por miedo a sangrar en el proceso de sanación, valoremos la vida junto con lo que nos duele, y la de quienes a nuestro alrededor están. En la vulnerabilidad se forma al individuo, tal como en el proceso de la crisálida una oruga se convierte en mariposa. Podemos y merecemos ser felices…

Leer más Noticias
Edición Impresa
IN-UP

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here

- Advertisment -spot_img

Las más leídas

Comentarios recientes