La economía continuará creciendo a un ritmo lento el próximo año. A nivel global, el FMI redujo sus estimaciones iniciales para 2024 y las situó en 3%. El Banco Mundial predice para Latinoamérica niveles que bajan a la situación pre pandemia: 2,3%. En el medio, se mantiene la inflación y los conflictos desatados en diferentes partes del mundo y que continúan poniendo en tensión las cadenas globales de suministro.
En el caso puntual de Puerto Rico, a pesar de la inflación y otros factores determinantes para el desarrollo económico y social del país, se prevé que el PIB se mantendrá en 1,4% durante este 2024. Tal como se informa en un estudio realizado por la Cámara de Comercio.
Con este panorama, para las áreas de finanzas, optimizar y renovar los procesos internos para ganar eficiencias se convirtió en una prioridad. La modernización de las aplicaciones y las soluciones de gestión de gastos resultan herramientas esenciales para navegar el contexto turbulento.
En la Guía para directores financieros: cómo navegar por la inflación y otros signos de cambio económico, realizada por SAP Concur, se recomienda convertir las restricciones presupuestarias de IT en inversiones inteligentes: automatización para ganar productividad y aportar mayor valor al negocio, más utilización de la nube para adoptar nuevas tecnologías con costos controlados y multiplicación de la innovación para generar crecimiento.
Puntualmente, se ofrecen tres recomendaciones clave:
- Replantear las prioridades para adelantarse al cambio: según IDC, la mayoría de los directores financieros prestan mayor atención a la precisión presupuestaria. Las categorías de gastos que se controlan y supervisan más fácilmente son los de viajes y los operativos. Tal vez no constituyan un porcentaje gigante de los gastos de capital, pero sirven como palancas para gestionar el negocio de forma más predictiva e inteligente.
- Alinear las acciones con los objetivos a largo plazo: esto ayuda al negocio a navegar, e incluso aprovechar, los períodos de inestabilidad. Produce ahorros a corto plazo, ganancias a mediano plazo que protegen el negocio si las condiciones empeoran y una mirada de largo plazo para generar beneficios en la medida en que la economía mejora.
- Invertir en las personas: la mayoría de las inversiones de las organizaciones financieras se centran en la optimización, la mejora y el escalamiento de los procesos, no en la experiencia de los empleados. Romper este paradigma es clave para atraer el mejor talento y que estos colaboradores se concentren en lo que es verdaderamente importante para el negocio y así impulsar el cumplimiento de las políticas internas y los objetivos estratégicos.
“Es importante que los equipos de finanzas deben poner las cuentas en orden y el primer paso es establecer el control y la disciplina en torno a la gestión de gastos para simplificar los procesos confusos, transformar los cambios normativos en oportunidades, tomar decisiones de gastos con precisión basada en datos y afrontar de forma eficiente las interrupciones operativas”, señaló Marco Pérez, Director regional de ventas para México y LATAM norte en SAP Concur. “Esta es la base para minimizar los riesgos, fortalecer la resiliencia y estar mejor preparados para el momento en que los vientos comienzan a soplar a favor”, agregó.
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