Por Arnaldo Gutiérrez
En temporada de calor extremo, los que caminamos la ciudad apreciamos y agradecemos a los fundadores la sabia disposición de sus calles, pues observamos que la orientación según los ejes geográficos Norte Sur y las transversales Este Oeste obedece a favorecer el desplazamiento de sus pobladores. En efecto, esta época observamos como en las calles orientadas de Este a Oeste, en las mañanas la acera del lado sur mantiene sombras mientras que la del lado norte recibe el sol; en la tarde se invierte la disposición de luz y sombra. En las calles Norte Sur, siempre hay un lado soleado y otro en sombras. Los fundadores de la ciudad pronto se dieron cuenta de la poca variación angular anual del sol y se basaron más en el ancho de las calles y la arborización. Esa anchura de calles se ha mantenido de manera que se facilita el transito automotor aunque un lado este ocupado como estacionamiento provisional. La orientación es muy fácil, colocando el brazo derecho hacia donde se levanta el sol, encontramos el Este (la referencia es que la Catedral está en el lado Este de la Plaza Colón), entonces el lado izquierdo señalará el punto cardinal por donde se pone el sol, el Oeste (la referencia es el edificio de la Alcaldía). Entonces la cara de la persona verá el Norte (la referencia es el RUM) y su espalda, el Sur.



