Por Marisabel Díaz Rivera | Centro de Periodismo Investigativo
Cuando hace calor, el cuerpo suda, y el líquido que sale por la piel se evapora para regular la temperatura corporal. Si la atmósfera contiene mucha humedad, como ocurre en Puerto Rico, el sudor se evapora con más dificultad, lo que causa una mayor probabilidad de sufrir condiciones de salud causadas por el calor.
El agotamiento por calor y los golpes de calor son clasificados como enfermedades por el Departamento de Salud (DS) y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC en inglés).
El agotamiento y el golpe de calor están relacionados con la temperatura ambiental, pero la susceptibilidad a estas condiciones varía según factores como la edad y la salud general de cada persona. El agotamiento por calor ocurre cuando el cuerpo pierde una gran cantidad de agua y sales, mientras que el golpe de calor ocurre cuando el cuerpo no es capaz de regular la temperatura interna, según el Fideicomiso de Salud Pública de Puerto Rico. En ambos casos, son determinantes la humedad, radiación solar, viento, actividad física, ropa que utiliza y los factores de riesgo de la persona.
Es importante prestar atención a los síntomas y tomar precauciones ante las advertencias de calor. El Departamento de Salud tiene un sistema de vigilancia epidemiológica de casos de enfermedades relacionadas con el calor, y tiene otro sistema, de vigilancia sindrómica, que refleja tendencias de enfermedad e informa a los expertos en los sistemas de vigilancia sobre potenciales aumentos. Actualmente, solo el 15% de las salas de emergencias ubicadas en hospitales y Centros de Diagnóstico y Tratamiento informan al sistema de vigilancia sindrómica del DS sobre las visitas relacionadas con eventos de calor o luz solar.
La entidad responsable de emitir avisos o alertas es el Servicio Nacional de Meteorología (SNM).
Las regiones con más visitas por calor acumuladas desde enero hasta julio de 2025 fueron Bayamón, Caguas y la zona metro, según el Informe de Mensajería Sindrómica de Eventos relacionados con el calor del DS. Se ha observado un alza en los índices de calor en los últimos años que se debe no tanto al aumento de las temperaturas, sino al factor de la humedad, dijo Carlos Anselmi Molina, del SNM federal, al Centro de Periodismo Investigativo (CPI).
Los últimos dos años han sido los más calurosos a nivel global. En Puerto Rico, septiembre de 2024 se convirtió en el mes más caliente desde 1898, con una temperatura promedio de 86.1° F, informó el SNM. Se ha observado que la temporada que transcurre desde mayo hasta octubre es la más calurosa del año.

Suministrada
Las advertencias de calor emitidas por el SNM se dirigen sobre todo a pueblos ubicados en la zona costera. Una advertencia de calor se emite entre uno a tres días antes del comienzo certero de las condiciones de peligro debidas al calor, y permanece en efecto hasta que el riesgo disminuye. Las zonas urbanas se encuentran en situaciones de riesgo particular, puesto que generan islas de calor producidas por los factores de urbanización, transformación del paisaje y alta densidad poblacional, según explica el Comité de Expertos en el Plan de Mitigación, Adaptación y Resiliencia al Cambio Climático en Puerto Rico.
Las poblaciones más vulnerables ante las olas de calor son los niños, las personas mayores de 65 años, las que padecen de enfermedades crónicas, las personas con sobrepeso y las que entrenan o trabajan al aire libre, indican los CDC.
El Plan de Cambio Climático considera los riesgos que supone el aumento en las olas de calor y plantea una serie de medidas para proteger la salud de las poblaciones más vulnerables. Identifica al sistema eléctrico —del que depende el enfriamiento de los espacios interiores, en muchos casos— como el factor más crítico, y que ha demostrado ser incapaz de satisfacer las crecientes demandas de energía.
Desde una perspectiva de política pública, el plan propone estrategias como establecer centros de enfriamiento en cada municipio, aclimatar residencias y viviendas de personas desventajadas, proveer incentivos de energía renovable para la instalación de placas solares e implementar un sistema de vigilancia del efecto de los eventos climáticos extremos en la salud pública. Aunque se encuentra pendiente de consideración legislativa desde el pasado cuatrienio, aún no ha sido aprobado.
El Fideicomiso de Salud Pública de Puerto Rico lanzó en 2024 una campaña de recursos educativos para preparar y prevenir a la población ante los riesgos que conllevan los avisos de calor extremo. Karen Andújar y Melanie Rodríguez, supervisora de proyectos y gestora de proyectos medioambientales del Fideicomiso, respectivamente, enfatizaron la importancia de recurrir a lugares frescos o con aire acondicionado, disminuir la actividad física durante los periodos de mayor radiación solar, evitar el uso del horno o la estufa, y limitar el consumo de alcohol y cafeína en estos periodos. Hicieron estas recomendaciones durante un panel de Caribe Fest 2024, un evento sobre las olas de calor organizado por el CPI con expertos de múltiples disciplinas.
Síntomas
Agotamiento por calor
- Debilidad o mareos
- Sudoración excesiva
- Calambres musculares
- Piel fría, pálida y húmeda
- Pulso acelerado y débil
- Náuseas o vómitos
Golpe de calor
- Dolor de cabeza punzante
- Falta de sudor
- Pérdida de conocimiento
- Piel caliente, enrojecida, seca
- Pulso acelerado y fuerte
- Náuseas o vómitos
¿Qué hacer?
El Departamento de Salud y el Servicio Nacional de Meteorología federal recomiendan tomar las medidas de prevención e informarse acerca de las señales de un agotamiento o golpe de calor para poder tratarlo. Frente a las advertencias de calor, existen medidas que se pueden tomar para minimizar las situaciones de riesgo para la salud.
Los primeros síntomas suelen ser calambres musculares que, si se dejan sin atender, pueden culminar en un golpe de calor severo.
Ante un caso de agotamiento o golpe de calor:
- Trasladarse a un lugar fresco, incluso antes de recurrir a medidas de hidratación.
- Si la persona está consciente y hábil para tragar, se le pueden dar pequeños sorbos de agua. Las bebidas con electrolitos, de estar disponibles, también ayudan.
- Tomar medidas de enfriamiento activo, como lo son la aplicación de toallas frías y húmedas, las duchas heladas y el recostar al afectado y elevar sus piernas para promover la circulación.
- Si las señales de un golpe de calor persisten, es preciso procurar atención médica inmediata y recurrir a medidas de enfriamiento más extremas, como aplicar bolsas de hielo a los lugares con mayor circulación de sangre (cuello, axilas, abdomen).
Medidas preventivas generales:
- Hidratar: Tomar agua con frecuencia, antes de tener sed, y evitar bebidas que contengan alcohol o cafeína.
- Evitar exposición solar: Limitar actividades al aire libre durante los periodos de mayor radiación solar (desde el mediodía hasta las 4:00 p.m.) y recurrir a lugares que cuenten con sombra, abanico o aire acondicionado, de ser posible.
- Vestimenta: Utilizar ropa ancha, ligera, de colores claros y de materiales transpirables como el algodón. El Departamento de Salud advierte ante el uso de prendas demasiado ceñidas al cuerpo o de material sintético, puesto que aumentan la temperatura corporal.
- Medidas adicionales: Utilizar bloqueador solar de “amplio espectro” o que tenga “protección contra UVA/UVB”, evitar las comidas calientes y pesadas, vigilar por los síntomas de trastornos por calor, entre otras.
Para los niños:
Los niños tienen un metabolismo más rápido y una menor capacidad para regular su temperatura corporal, lo que los hace más propensos a padecer una enfermedad por calor.
- Actividades recreativas al aire libre: buscar lugares que tengan la opción de permanecer en la sombra
- Mover las actividades al aire libre para la mañana y la tarde, en lugar de al mediodía
- Mantenerlos hidratados, con ropa ligera y de colores claros y limitar su exposición directa al sol.
- Nunca dejar a los menores de edad en un vehículo estacionado sin supervisión: las temperaturas dentro de un carro pueden subir hasta 20 grados en menos de diez minutos, incluso con la ventana abierta.
Para personas de 65 años o más:
Las personas de edad avanzada suelen usar medicamentos y tratamientos de salud que afectan su capacidad de termorregulación. El personal de salud o los cuidadores que tengan a su cargo personas mayores deben permanecer atentos a las señales que indiquen posible deshidratación o calentamiento excesivo del cuerpo.
Para la casa:
- Limitar el uso del horno o la estufa.
- Cerrar las cortinas de las ventanas que reciban exposición al sol durante la mañana o la tarde.
- Mantener la ventilación cruzada: abrir puertas o ventanas de tal modo que se cree un flujo de aire que sirva para refrescar los espacios interiores.
- Prestar atención a las personas con mayor riesgo de ser afectadas por el calor, como los niños, personas mayores y personas que padecen de enfermedades crónicas.
- Si es posible, conseguir un deshumidificador para las zonas más frecuentadas de la casa.
Para el trabajo:
- Procurar tener bebidas hidratantes a mano, como agua o bebidas con electrolitos, y tomarlas antes de tener sed.
- Si se trabaja al aire libre: utilizar ropa fresca y de colores claros, cubrirse del sol con gorras, sombreros y bloqueador solar, tomar más descansos en lugares ventilados y con sombra y, de ser posible, reprogramar el horario para no poner en riesgo la salud durante las horas de mayor radiación solar.
- Si se trabaja en el interior: intentar trabajar desde un lugar con ventilación, sea con abanico o aire acondicionado, y procurar el enfriamiento adecuado del lugar.
Fuentes: Fideicomiso de Salud Pública, Medline Plus, Centers for Disease Control and Prevention, Departamento de Salud, Heat.gov