Por Manolo Rodríguez
En los pasados comicios electorales el junte del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) con el Movimiento De Victoria Ciudadana (MVC) fueron la segunda fuerza electoral al obtener 33.66% de los votos. Esto fue una gran victoria para todas aquellas personas que están buscando otras opciones para tener un gobierno más justo y que vele por los intereses del pueblo. Pero dentro de tanta euforia por este logro, hay cosas que no son tan alegres como fue que el MVC sacrificó su franquicia electoral. Esto no es una sorpresa, porque al apoyar la candidatura a gobernador del PIP sabían que esto pasaría. Después de celebrar este magnífico logro hay que reconocer que esto no hubiera sido posible sin el desprendimiento del MVC a su candidatura a la gobernación como a su franquicia electoral. En las elecciones del 2016 el PIP saco un lejano 2.13% con la candidatura de María de Lourdes Santiago a la gobernación. En las del 2020 mejoraron, logrando 13.72% bajo la candidatura de Juan Dalmau. En ambos eventos electorales quedaron por debajo de la candidata a la gobernación del MVC Alexandra Lúgaro. En el 2016 el MVC saco 11.13 % y en el evento electoral del 2020 13.95 %.
¿Qué quiere decir esto? Para mí es sumamente sencillo. La diferencia entre las elecciones del 2016, 2020 y 2024 para el PIP es el apoyo que les brindaron el MVC en la llamada Alianza de Pueblo a la candidatura bajo Juan Dalmau. Ahora es el momento de aprovechar el ´´Momentum´´ que se está viviendo. Quedo demostrado que el pueblo esta receptivo a votar por otros candidatos fuera de su ideología de estatus siempre que sea para obtener un mejor gobierno. No tiene el Partido Independentista Puertorriqueño que abandonar la lucha que lo ha caracterizado por más de 60 años. Es cuestión de como se hizo en las pasadas elecciones enfocarse en lo que los une, que es darle una virazón al gobierno que hemos tenido y que nos ha llevado a la quiebra. Es momento que como anteriormente hizo el MVC, el PIP de un paso firme hacia adelante y junto al MVC y los demás grupos existentes formen verdaderamente una Alianza de Pueblo donde el fin sea lograr que todos los sectores interesados logren formar un frente electoral fuerte de cara a las próximas elecciones. Unirse bajo un mismo frente electoral donde coincidan la experiencia electoral del PIP y el junte de personas que ha logrado el MVC sería lo mejor que le pudiera pasar al pueblo de Puerto Rico. Es tiempo de enfocarnos en ganar pequeñas batallas como lograr una mejor gobernanza para luego sentarnos a dialogar sobre el futuro del estatus. Son tiempos de buscar apoyo en los distintos grupos y como anteriormente expuse centrarse en lo que los une y dejar a un lado las diferencias. Ahora hay que esperar para ver si hay madurez y desprendimiento para logar esta gran Alianza de todas las partes.
