Con el propósito de mejorar la seguridad en las playas de Puerto Rico, el comisionado de la Oficina de Navegación del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Luis Márques, anunció la instalación de nueva rotulación y boyas marcando las zonas autorizadas para el uso de los bañistas en el balneario de Boquerón, localizado en el municipio de Cabo Rojo.
“Parte de la política pública de nuestro secretario, Waldemar Quiles, se centra en mejorar las condiciones de seguridad en los balnearios a través de todo Puerto Rico. En acorde a esto, la pasada semana, personal de la Oficina del Comisionado de Navegación estuvieron en el balneario de Boquerón, instalando nueva rotulación dirigida a explicarle al bañista las condiciones de la playa mediante el sistema de banderas, al igual que informar a toda persona cual es el área exclusiva para ese uso ”, comentó Márques.
La nueva rotulación detalla el sistema de banderas, plataforma que notifica al bañista sobre las condiciones del tiempo, incluyendo el oleaje. La bandera roja indica alto riesgo, mientras que la amarilla detalla riesgo moderado, finalmente la verde establece el bajo riesgo.
Las boyas, delineando el área exclusivo para el uso de bañistas, fueron aprobadas por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos
La zona de bañistas se define como los primeros 150 pies desde la orilla de la playa hacia el mar. Regularmente, la profundidad en esas áreas no supera los 15 pies.
“Cada boya que tenga que instalarse en el fondo marino necesita una aprobación por parte del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos. Nuestro Secretario realizó las gestiones necesarias para lograr esa certificación que permite su instalación. Reiteramos nuestra petición a todos los bañistas, así como a las personas que practican otras actividades acuáticas, a siempre estar bien pendiente de las zonas debidamente marcadas para el uso exclusivo de bañistas. La seguridad en el agua es responsabilidad de todos”, recalcó el Comisionado de Navegación del DRNA.
Las nuevas boyas cuentan con una duración hábil de hasta dos años, dependiendo de las corrientes y eventos atmosféricos marcados, como tormentas tropicales y/o huracanes.
