Por Manolo Rodríguez
Estudios graduados en Psicología.
Solo hay una enfermedad que con sólo nombrarla transmite tanta incertidumbre y dolor. De sólo mencionarla los médicos, los pacientes entran en un estado catatónico que bien puede durar días, semanas o hasta meses en lo que realmente la pueden digerir e internalizar. Recibir un diagnóstico de cáncer es algo que nadie espera en la vida sin embargo cada vez estamos más expuestos a que esto suceda en nosotros mismos como en personas de nuestro círculo cercano. Esta cruel enfermedad está más inmersa en nuestras vidas de lo que podamos pensar. Según estudios del American Cáncer Fund, 1 de cada 5 personas tendrán un diagnóstico de cáncer en el transcurso de su vida. Si utilizamos la variable de 100,000 personas podemos ver como aumenta el porciento de caso según la edad. De acuerdo con este número vemos que la incidencia de cáncer es de menos de 25 casos nuevos cada año hasta los 20 años. Los diagnósticos de cáncer aumentan a 350 casos entre las edades de 45 a 49 años y a 1,000 después de los 60 años. El cáncer en todas sus formas es el segundo causante de muertes en los Estados Unidos, incluyendo a Puerto Rico, siendo la primera las enfermedades cardíacas. Los datos del 2022 demuestran que murieron 608,366 de cáncer en los Estados Unidos y 9 millones aproximadamente en todo el mundo por la misma enfermedad.
Aquí tenemos una idea de por qué esta enfermedad crea tanto pánico entre los que la padecen. El cáncer es sólo la enfermedad principal por la que tuvieron el diagnóstico. Adicional a éste, las personas empiezan a padecer enfermedades mentales que dificultan la aceptación y el tratamiento de la enfermedad. Me refiero a los diagnósticos de ansiedad y depresión. Ambos son las enfermedades más comunes que acompañan en algún momento al paciente de cáncer. La depresión, la ansiedad o ambas pudieran hacerse presente individualmente como también ambas al mismo tiempo. Ente los pacientes que enfrentan este diagnóstico un 18% a 60% pudieran padecer de ansiedad. Por su parte un 18 % a un 60% de los pacientes con un diagnóstico de cáncer expresaron experimentar depresión. Los diagnósticos de depresión mayor son mas frecuentes entre los pacientes con un diagnósticos de cáncer comparados con el resto de la población. Varias de las causas mas notorias que pudieran sumir a los pacientes en algún tipo de depresión están el enfrentarse a la posibilidad de muerte, sentirse abandonados por familiares o amistades, estrés causado por el costo de los tratamientos, temor a que este sea recurrente, etc. La familia como las personas en el entorno familiar de la persona diagnosticada con cualquier tipo de cáncer deben estar pendientes a los distintos síntomas que pudieran desencadenar en una depresión de moderada a severa. Algunos de estos síntomas pudieran ser tristeza, estar irritable, cambios severos de humor, verse aturdido todo el tiempo o la mayoría del tiempo.
La mejor manera de ayudar a una persona que tenga un diagnóstico de cáncer es escuchar lo que tiene que decir sin emitir ninguna opinión ni restarle importancia a como se siente. Tenemos que validar su estado de ánimo sin minimizar sus emociones ya que no todas las personas reaccionan igual a la enfermedad del cáncer. Tenemos que hacernos disponibles para escucharlas cuando así lo necesiten como también darles su espacio. Con solo estar presentes y dejarle saber que puede contar con nosotros es una ayuda que puede hacer la diferencia.