El presidente del consejo comunitario del Residencial Brisas de Cupey , Randal Marrero, expresa con preocupación y sentido de urgencia el llamado que los residentes del Residencial Brisas de Cupey hacen a las autoridades correspondientes, exigiendo atención inmediata ante el estado avanzado de deterioro que enfrenta su comunidad. A pesar de haber presentado propuestas estructuradas para la rehabilitación del residencial, los fondos solicitados a la Administración de Vivienda Pública permanecen sin aprobación.
Durante años, las condiciones estructurales del residencial han ido empeorando, impactando directamente la calidad de vida de cientos de familias. Filtraciones persistentes, humedad severa y proliferación de hongos en paredes interiores y exteriores no solo representan daños materiales considerables, sino también una amenaza tangible a la salud pública —especialmente para menores y adultos mayores.
“Las instalaciones recreativas, que deberían ser espacios seguros para la niñez y juventud, se encuentran en estado deplorable. Equipos corroídos, estructuras rotas y superficies peligrosas convierten estos espacios en focos potenciales de accidentes. Simultáneamente, las vías internas del residencial están llenas de hoyos y cráteres, lo que compromete el tránsito seguro de vehículos y peatones”, afirma Randal Marrero.
De igual manera, el salón del programa Head Start —espacio clave para la educación temprana— sufre filtraciones constantes que ponen en riesgo tanto al personal como a los menores que lo utilizan. El centro comunal, por su parte, se inunda con frecuencia cada vez que llueve, limitando su funcionalidad y deteriorando aún más su estructura.
Dentro de las viviendas, el problema se agrava con infestaciones de polilla y comején, afectando puertas, gabinetes y mobiliario esencial, sin que se haya provisto una solución efectiva por parte de las autoridades correspondientes.
Ante esta situación crítica, la comunidad ha sometido un plan de mejoras que contempla:
– Tratamiento profesional de techos para corregir filtraciones y eliminar la humedad.
– Pintura completa de los exteriores de los edificios, una vez resuelto el problema de humedad.
– Remoción y sustitución total de los parques pasivos, garantizando espacios seguros y adecuados para la recreación y desarrollo de los residentes más jóvenes.
“El silencio administrativo y la inacción institucional han llevado a nuestra comunidad a un punto límite. No estamos pidiendo lujos, estamos exigiendo condiciones de vida dignas y seguras. La salud, seguridad y bienestar de nuestros residentes no deben postergarse más”, expresó Randal Marrero Betancourt, presidente del Consejo Comunitario de Brisas de Cupey.
La comunidad hace un llamado a la sensibilidad, al compromiso y al sentido de responsabilidad de las agencias pertinentes. La espera ha sido larga; es momento de actuar.