En la pasada Copa Mundial de Futbol, mientras muchos celebraban, la selección de Japón sufrió una derrota en la tanda de penales que dejó a todos los fanáticos abatidos. No obstante, mientras eso sucedía, un grupo de ingenieros de Toyota trabajaba en un “arma secreta” poco tradicional, que fuese exitoso desde el punto de penalties. Así nació PIXI, el primer robot de fútbol autónomo propulsado por hidrógeno y capaz de realizar disparos certeros.
El ex jugador de la selección japonesa, Satoshi Tsunami expresó su asombro ante las habilidades de PIXI. “Apuntar con precisión los tiros penales es difícil, incluso para los profesionales. ¡Él es mejor que yo!”, dijo Tsunami.
Usar los dedos de los pies para apuntar a las esquinas superiores, dice Tsunami, es
particularmente difícil. El robot PIXI puede hacerlo mientras lanza poderosos disparos de
hasta 85 km/h. Al ver que el jugador promedio de nivel universitario alcanza alrededor de 80 km/h, Tsunami quedó impresionado. “¡Eso es bastante
rápido! No se trata solo de fuerza pura, sino de transferir poder de la parte superior del cuerpo a la parte inferior del cuerpo. Aún así, no quiero que un robot ocupe mi lugar en una tanda de penaltis”, dijo el atleta.
PIXI es un proyecto desarrollado por la Sociedad de Ingeniería de Toyota (TES), un grupo de voluntarios dentro de la compañía compuesto por 28,000 empleados, que busca asumir nuevos retos y mejorar sus habilidades técnicas. A pesar de no tener experiencia en el desarrollo de este tipo de robots, la pasión generada por el reto, les permitió construir el primer robot futbolista del mundo.
Aun cuando el grupo de voluntarios había desarrollado infinidad de proyectos desde la fundación del TES en el 1947, era la primera vez que enfrentaban un proyecto como éste. La elección del fútbol como campo de desarrollo se debió a su popularidad y atractivo para personas de todas las edades y orígenes.
Aunque el camino no fue fácil y el equipo enfrentó diversos desafíos, perseveraron y lograron completar el primer modelo de PIXI antes de lo previsto.
En el transcurso de su desarrollo, los ingenieros entendieron la necesidad de recopilar datos de jugadores humanos, y de esa forma entender mejor los mecanismos detrás de una buena patada. El equipo trabajó arduamente para coordinar los 18 motores del robot y lograr que el tiro fuera poderoso y preciso.
“Con el desarrollo de PIXI, Toyota ha demostrado una vez más su enfoque innovador y su interés en incursionar en nuevos campos tecnológicos. Aunque este peculiar proyecto de robot futbolista puede parecer inusual, ha permitido a los ingenieros de la compañía adquirir nuevas habilidades y conocimientos que pueden aplicarse en otros ámbitos. El usar nuestro conocimiento y recursos en mejorar diversos aspectos de la sociedad y la vida de las personas, es parte esencial de todo lo que hacemos”, expresó Maribel Bengoa, gerente de mercadeo de Toyota de Puerto Rico.
PIXI ha arrojado luz sobre el espíritu de innovación y el enfoque de aprendizaje que caracteriza a la Sociedad de Ingeniería de Toyota. Este innovador proyecto ha demostrado una vez más el compromiso de Toyota con la búsqueda de soluciones tecnológicas novedosas y su dedicación para impulsar el desarrollo técnico en diversas áreas. Mientras tanto, los aficionados al fútbol y la comunidad tecnológica
esperan con curiosidad los próximos avances de este sorprendente robot futbolista.