Por Angelica Soto.
“Los enfermeros son la columna vertebral de los hospitales; acompañan a los pacientes desde el inicio de la vida hasta el último suspiro”, expresó la presidenta del Colegio de Profesionales de Enfermería de Puerto Rico, Marisel Delgado Ramos, quien consideró “lamentable” que estos profesionales de la salud tomen la difícil decisión de dejar la isla en busca de mejores oportunidades laborales.
Ante la incertidumbre que plantea la situación actual, Delgado Ramos, con 45 años de experiencia en el campo de la enfermería, explicó que la sobrecarga de trabajo y los sueldos no competitivos son algunas de las principales razones por las que se emigra a Estados Unidos u otros lugares.
“Las jornadas, que en ocasiones exceden las 16 horas, conllevan al agotamiento físico debido a la sobrecarga de pacientes, lo que limita los periodos de desayuno, almuerzo y meriendas, o incluso, impide que algunas puedan lactar o tomar un descanso. Además, los sueldos no son competitivos. Hay hospitales, tanto públicos como privados, que se han limitado al sueldo básico de tres mil dólares, que es lo que exige la ley, y no ofrecen otros incentivos. También eliminan muchos beneficios como el pago de uniformes, colegiación, días de enfermedad y otros que en muchos hospitales ya no existen”, señaló.
La también profesora destacó que los estudiantes de enfermería enfrentan múltiples retos, entre ellos la accesibilidad y el alto costo de los documentos que deben presentar anualmente para hacer sus prácticas clínicas, lo que provoca que muchos no puedan continuar sus estudios al no poder costear esos gastos. Otro factor es la limitación en la práctica con pacientes, ya que algunos hospitales restringen la cantidad de escuelas que aceptan para su estudiantado.
Delgado Ramos mencionó que la mayoría desea quedarse en la isla, pero debido a esta situación, optan por irse a lugares donde la profesión está mejor remunerada, con mayores beneficios y equipos más avanzados para ejercer en mejores condiciones; razón por la que varios estudiantes deben decidir si tomar la reválida de Puerto o la NCLEX para licenciarse como enfermeros en Estados Unidos.
“Estados Unidos reconoce la buena preparación que reciben aquí, por lo que vienen a ofrecerles empleos mejor remunerados, bonos de reclutamiento, mudanza y hospedaje gratuito por un año, e incluso clases de inglés”, indicó.
Sobre el apoyo del gobierno a profesionales y estudiantes, la presidenta expresó: “Se están realizando esfuerzos, aunque mantener los hospitales sustentables ante los constantes cierres resulta difícil. Aun así, confío en la buena fe del gobierno, del Departamento de Salud y del Colegio de Profesionales de Enfermería para respaldarlos”.
Por otra parte, al referirse a los profesionales de la salud que enfrentan diversas inquietudes, Delgado Ramos reconoció la frustración que ha generado la situación actual. “Los entiendo y apoyo. Quiero dejarles saber que no están solos; el Colegio está haciendo lo posible para atender tanto a los enfermeros como a los estudiantes”, puntualizó.
Como parte de los esfuerzos en marcha, informó que se está trabajando en llevar a la Legislatura varios proyectos de ley con el objetivo de mejorar las condiciones salariales y laborales.
“En el Colegio y la Junta de Gobierno estamos muy esperanzados en que los proyectos que se presenten ante la consideración de la Legislatura sean aprobados. De esta manera, se dará un gran paso hacia la justicia salarial y el reconocimiento de los procedimientos de enfermería, los cuales requieren condiciones de empleo mucho más seguras. Esto permitiría evitar situaciones como las que enfrentamos hoy día: la sobrecarga laboral y el agotamiento excesivo”, afirmó Delgado Ramos.
Al concluir, aconsejó a los enfermeros y al pueblo en general confiar en los esfuerzos que se realizan por proteger a quienes velan por nuestra salud. “Exhorto a todos a respaldar a nuestros enfermeros, para lograr que estos proyectos se conviertan en una realidad más cercana y contar con profesionales que brinden un servicio de calidad que redundará en beneficio de todos”.
“Sin enfermeros, los hospitales no pueden trabajar. Son ellos quienes están 24 horas, los siete días a la semana, atentos a los cambios del paciente, ofreciendo cuidados directos, sirviendo con amor, acompañando a quienes no tienen compañía y educándolos hasta el final de su vida”, subrayó.
