Awilda Abreu Exia
Uno de los problemas sociales que me preocupa mucho es la gran cantidad de perros callejeros (también de gatos) en Mayagüez y el área oeste. Es muy lamentable que perritos que una vez tuvieron un hogar terminen en la calle porque sus dueños no pudieron continuar con ellos, porque les resultaban “costosos” o simplemente se “cansaron”. En vez de buscarles otro hogar donde les puedan dar gran calidad de vida deciden echarlos a la calle. Otros tal vez siempre han estado en la calle. Por esas razones, antes de comprar un perro o regalarlo en Navidad u otra ocasión, hay que pensarlo muy bien. Ellos no son mascotas, son otro miembro más de la familia. Tienen muchas necesidades que tenemos que suplirles y también gastos. Los gastos veterinarios y en medicinas están bastante caros. Yo opino que quien no puede criar y mantener un perro en óptimas condiciones debe comprar un peluche. Ese no gasta, no se enferma, no come, etc. (Pero no nos dan amor, no son fieles, no son juguetones…)
La Ley para el Bienestar y la Protección de los Animales (Ley #154) se refiere a “todo acto u omisión en el que incurre una persona que ocasione o ponga un animal en riesgo de sufrir daño a su salud e integridad física”. Algunos ejemplos son cuando una persona intencionalmente lastima o hiere a cualquier animal, cuando lo privan de comida, agua o de la atención médica necesaria. También puede haber negligencia, maltrato físico abandono, no vacunarlos, no desparasitar, mantenerlos atados, adoptar o comprar sin tener las condiciones adecuadas, entre otros.
Los perros en situación de calle son un grave peligro no solamente para ellos mismos por estar a la intemperie, buscando comida o un lugar donde dormir o descansar. También son un peligro para los seres humanos ya que algunos pueden transmitir rabia.
Y además un perro hambriento puede tirar a morder cuando alguien se le acerque aunque sea a tratar de ayudar.
Durante la revisión de literatura para este escrito jamás iba a imaginar que el problema de los perros realengos sea uno que afecte de una manera alarmante a todos los países. En lo que todos coinciden es que es sumamente importante la esterilización, castración y la vacunación. No querramos ser como México que es el país de latinoamérica con más casos de perros realengos. En España están creando nuevas leyes y una de ellas es que las personas que deseen tener un perro tendrán que tomar un curso que los capacite.
Holanda es el país donde no hay perros realengos desde el 2016 cuando tomaron medidas agresivas. La Ley de Salud y Bienestar Animal prohibe a los dueños no brindarles los cuidados necesarios y abusar de ellos. Quien rompe la ley paga una de las multas más altas en Europa: tres años de prisión y $20,000 (dólar americano). El gobierno aportó su parte para que no hayan perros callejeros asumiendo los costos de las castraciones y organizó campañas para esterilizar a las mascotas de forma gratuita. Otra medida que dio buenos resultados fue estableciendo altos impuestos en las compras de perros de raza.