Queremos Sol reclamó al gobierno que ponga fin al desastre energético de Puerto Rico, con absurdas alzas de tarifas, mal servicio y la apuesta errada al gas metano con la compañía en quiebra New Fortress.
“Nos engañan asegurando que no tienen alternativas cuando sí hay una opción costoefectiva y confiable con un nuevo modelo energético público, que ahorre los costos de la privatización y que esté basado en energía renovable distribuida”, planteó el licenciado Pedro Saadé, portavoz de Queremos Sol.
Portavoces de la coalición Queremos Sol cuestionaron las exorbitantes propuestas de alzas tarifarias presentadas por LUMA y Genera y que podrían ser de sobre 40% de aumento y de 11 centavos adicionales en el kilovatio hora. En las peticiones de LUMA y Genera hay reclamos de un mayor presupuesto para operar mientras que la AEE solicitó un alza en la tarifa para atender temporeramente la insuficiencia en la aportación para las pensiones para los empleados jubilados de la AEE.
“Los pensionados llevan presentando alternativas desde que comenzó la quiebra de la Autoridad de Energía Eléctrica. La supuesta solución de un aumento en la tarifa hasta los propios pensionados dicen que no es la salida ni su propuesta. El problema es que el dinero de la AEE está mal utilizado en una privatización fracasada, en darle dinero a LUMA y Genera, que lo que hacen es malgastar. Derrochan dinero en el afán por el gas metano cuando ese sistema energético, centralizado ya colapsó. Para colmo la compañía Genera es una subsidiaria de New Fortress, una empresa quebrada con una deuda de $9,000 millones. Hay que reconocer que la propuesta que hizo el gobierno en su momento de privatizar y continuar apostando a los combustibles fósiles es un modelo fracasado y hay que cambiarlo ya”, planteó Maritza Maymí, portavoz de Queremos Sol.
Entre los reclamos de la organización están que se cancelen los contratos de LUMA y Genera para dar comienzo a una transformación del sistema eléctrico de Puerto Rico a un nuevo modelo de gobernanza pública, con participación ciudadana y que sea basado en energía solar en los techos de las residencias, los comercios y las instituciones, apoyado con baterías. Ingrid Vila Biaggi, presidenta de CAMBIO y portavoz de Queremos Sol, indicó que “los gobernantes y funcionarios electos destruyeron la AEE sistemáticamente para favorecer la privatización. El gobierno y la Junta de Control Fiscal le dijeron al pueblo que esta privatización lograría tarifas por debajo de 20 centavos, $300 millones en ahorros anuales que LUMA iba a traer, mayores eficiencias en el servicio, mejor acceso a fondos federales y mayor cantidad de estos. Nada de eso se ha dado. Pues si los objetivos trazados por ellos mismos no se lograron es hora de cancelar los contratos”.
La organización planteó que hay que exigir al gobierno estrategias diferentes porque las alzas tarifarias y el pésimo servicio solo traerán la destrucción de la economía de Puerto Rico y de la vida de los residentes del archipiélago. “Economistas han planteado que ni los ciudadanos ni las empresas podrán aguantar unos aumentos de tarifas tan exorbitantes como los que proponen. Lo que solicitan LUMA y Genera es abusivo y solo lo podrían plantear empresas depredadoras que buscan sacar la mayor cantidad de dinero posible durante el tiempo que estén. El pueblo puede economizarse millones de dólares que conllevan estos contratos y dirigir ese dinero para transformar el sistema eléctrico a través de un nuevo modelo de gobernanza pública que priorice la energía solar en los techos”, comentó la licenciada Ruth Santiago, de Queremos Sol.
La propuesta de gobernanza pública de Queremos Sol incorpora lecciones de transformaciones exitosas en lugares como Hawái, Uruguay y Costa Rica, así como aprendizajes del historial de la AEE. El nuevo modelo propone una estructura de gobernanza despolitizada, representativa de la ciudadanía y libre del control del gobernador de turno. La propuesta plantea la capacitación ciudadana, la participación activa, la transparencia y la justicia como pilares fundamentales, mediante mecanismos como espacios de codiseño, consultas ciudadanas para decisiones de gran impacto y procesos de reclutamiento basados en el mérito, para eliminar la influencia político partidista en la corporación. El sistema estaría basado en tecnologías renovables y distribuidas, que ya han demostrado ser más costoefectivas y sostenibles, ante la amenaza de tormentas y huracanes.