Dr. Ramón Barquín
El presidente del Centro Unido de Detallistas (CUD), el doctor Ramón Barquín, expresó preocupación, pero también optimismo ante el escenario económico que podría enfrentar Puerto Rico (PR) debido a los nuevos aranceles impulsados por el presidente de los Estados Unidos (EE.UU.) Donald Trump.
«Lo primero que tenemos que entender es que todavía esto es un proceso en movimiento. Hay unos aranceles que se han impuesto, otros que se han suspendido y algunos que se han extendido por 30 días», explicó Barquín, destacando que el propósito de estas tarifas es «rebalancear la balanza comercial» y enmendar el comportamiento de terceros países que afectan la economía estadounidense.
El líder del gremio detallista mencionó que China ha sido el principal objetivo de estos aranceles, debido a la producción masiva de productos que afectan la industria manufacturera estadounidense. «Los productos electrodomésticos, repuestos, juguetes y medicamentos genéricos provenientes de China han entrado sin proteger la propiedad intelectual americana y han socavado la capacidad industrial manufacturera nacional», sostuvo.
Barquín también señaló que: «En el caso de México, lo que se busca es enmendar el comportamiento migratorio y frenar el trasiego de sustancias controladas, en particular el fentanilo, que se produce principalmente en China y entra a EE.UU. a través de México y Canadá», explicó.
Para Puerto Rico, los efectos de estos aranceles podrían sentirse en productos básicos como materiales de construcción, productos agrícolas, cerveza y electrodomésticos. «Estados Unidos importa cerca de 5,000 millones de dólares en cerveza mexicana, y México ha sido un centro de manufactura de electrodomésticos con componentes chinos», detalló Barquín.
En cuanto al impacto en la economía local, el Presidente del CUD advirtió que, a medida que se agoten los inventarios en Puerto Rico, los costos de reabastecimiento serán más altos. Sin embargo, instó a los comerciantes y consumidores a ver esto como una oportunidad para fortalecer la producción local y reducir la dependencia de productos importados. «Tenemos que entender que somos parte de la economía postindustrial más grande del planeta, la americana. Comprar productos de EE.UU. es fortalecer nuestra propia economía», subrayó.
Barquín reconoció que los nuevos aranceles impulsados podrían provocar un aumento en la inflación, pero aseguró que este tipo de medidas buscan estimular la productividad y competitividad local. «Si el aguacate mexicano es más pequeño y barato, podemos enfocarnos en procesarlo y crear productos derivados. En vez de quejarnos por los aranceles, debemos ver cómo podemos producir lo que escasea», sugirió.
Entre algunas recomendaciones, el Presidente del CUD también exhortó a atraer inversiones extranjeras que generen manufactura local y empleo en la isla. «Las compañías extranjeras van a querer estar dentro del mercado americano. Bueno, pues traigámoslas a Puerto Rico para que puedan producir con mano de obra local», enfatizó.
Finalmente, Barquín reafirmó el compromiso del Centro Unido de Detallistas con el sector empresarial puertorriqueño. «Nosotros capacitamos y desarrollamos a nuestros miembros y al público en general. Estamos aquí para dar una mano y ayudar a aprovechar las oportunidades en tiempos de crisis», concluyó.
Aunque el impacto de los aranceles aún está por verse, según Barquín, la clave para PR será adaptarse y encontrar formas de fortalecer la economía local en medio de los cambios en el comercio internacional.