Según estudios, niños y adolescentes que pasan más de tres horas al día en las redes sociales están más expuestos a sufrir algún problema de salud mental
Por: Angélica Soto Ríos
La salud mental de niños y jóvenes a nivel global está llegando a niveles críticos a causa de la “expansión descontrolada” de las redes sociales, advirtió un reciente informe de la fundación internacional defensora de los derechos de los niños, KidsRights. El estudio de investigación observó una correlación directa entre el consumo excesivo de contenido en internet y tentativas de suicidio entre los menores de 19 años.
Por su parte, el Departamento de Salud y de Servicios Humanos, publicó un artículo de la Oficina del Cirujano General de los Estados Unidos, revisado en febrero de este año, que indica que los niños y adolescentes que pasan más de tres horas al día en las redes sociales están más expuestos a sufrir algún problema de salud mental.
El informe “Digital 2025: Global Overview Report” de We Are Social y Meltwater reveló métricas recogidas entre septiembre y noviembre de 2024, que muestran que YouTube, TikTok, Facebook e Instagram están entre las aplicaciones móviles más utilizadas en términos de horas de uso.

Directora y psicóloga clínica en Ruiz Psychology Group, Sharleene Ruiz Pacheco
En conversación, la psicóloga clínica Dra. Sharleene Ruiz Pacheco afirmó que nos encontramos en una era en la que la mayoría de los padres proporcionan un teléfono móvil a sus hijos para facilitar la comunicación; pero la falta de supervisión y el acceso sin restricciones a las redes sociales llevan a un uso excesivo.
También explicó que la exposición de los adolescentes a los espacios y contenidos digitales se relaciona con la etapa de desarrollo en la que se encuentran, puesto que están buscando formar parte de un grupo social o encontrar una identidad, tanto en la escuela como en las redes sociales, lo que también los lleva a seguir las tendencias que circulan en esos entornos.
“Las redes sociales promueven tendencias que engañan a los adolescentes y los deslumbra con lo que ven, generando esa presión de alcanzar ciertos estándares, como una apariencia física específica, vestir con determinado estilo, comprar en lugares exclusivos y llevar un estilo de vida particular”, puntualizó Ruiz Pacheco, quien añadió que “seguir esas prácticas afecta la autoestima y puede provocar desde comparaciones e inseguridades hasta acoso escolar, bulimia y anorexia”.
Es de suma importancia supervisar las actividades que llevan a cabo y el contenido que consumen en internet, ya que como indicó la psicóloga, “un niño o joven sin supervisión tiene mayor predisposición a desarrollar condiciones de salud mental, como depresión y ansiedad”.
Los padres deben prestar suma atención a esos cambios conductuales para determinar si están apareciendo señales de alarma; Ruiz Pacheco dio como ejemplos el aislamiento, conductas hipersexuales, disminución en el aprovechamiento académico y desinterés en actividades que antes les atraían.
“Los padres deben dialogar con sus hijos sobre la información a la que están expuestos en internet, orientarlos en torno a lo que es correcto o erróneo y monitorear el tiempo de consumo. De esta manera, se puede contribuir a prevenir”, enfatizó. Asimismo, agregó que, en el caso de los niños o adolescentes, estos deben buscar ayuda en sus padres, maestros, trabajadores sociales de la escuela o psicólogos, disminuir el uso de las redes sociales y enfocarse en los aspectos positivos que pueden ofrecer.
La directora clínica en Ruiz Psychology Group reconoció que, a pesar de los problemas alarmantes que pueden ocasionar las redes sociales para la salud mental de los niños y adolescentes, también pueden ser beneficiosas, ya que exponen a los estudiantes a oportunidades académicas y deportivas, grupos de apoyo y a desarrollar destrezas.
Un punto esencial que Ruiz Pacheco subrayó consiste en la necesidad de ofrecer a padres orientaciones o talleres en las escuelas sobre cómo monitorear el uso del teléfono móvil, con el propósito de prevenir problemas y destacar la importancia de buscar ayuda psicológica.
“Con el apoyo de profesionales, pueden aprender a manejar los síntomas de ansiedad, encontrar alivio emocional, empoderarse y recuperar su autoestima. A los padres, el psicólogo les proporciona estrategias de manera adecuada y se les enseña a prestar más atención a lo que viven sus hijos”, concluyó.