por Jeniffer Wiscovitch | Centro de Periodismo Investigativo
A cinco meses de que se supone que comenzaran a recibir un incentivo económico del Departamento de Salud (DS) para quedarse en Puerto Rico, ninguno de 186 médicos especialistas y subespecialistas en entrenamiento ha recibido un solo pago.
Esta “Beca Incentivo” es para el saliente secretario de Salud, Carlos Mellado, uno de los grandes logros de su administración y su medida más importante para solucionar la seria escasez de médicos especialistas en el país. Sin embargo, al miércoles, 18 de diciembre reconoció al Centro de Periodismo Investigativo (CPI) en declaraciones escritas que “el proceso de implementación” del incentivo “seguía en desarrollo” y que la agencia no había emitido ni un cheque.
Miguel Rosa es uno de los especialistas en entrenamiento o residente (como se le conoce en el argot médico) que pidió el incentivo que asciende hasta $12 mil anuales. Por meses, el médico — que entrena como emergenciólogo en el Centro Médico Episcopal San Lucas de Ponce — no recibió respuesta alguna de Salud a su solicitud.
Salud finalmente comenzó, hace unos días, a enviar contratos para la beca a algunos de los solicitantes, justo después de la petición de información a Mellado por parte del CPI.
El incumplimiento del Gobierno de Puerto Rico con los médicos en entrenamiento no solo es con el incentivo especial creado por Mellado, sino que tampoco hay estabilidad en el pago del estipendio de entre $37,116 y $43,322.42 anuales que paga Salud a 530 médicos residentes, subespecialistas e internos para sus gastos básicos de supervivencia, ya que constantemente se atrasan, relató Rosa. Para él, esta situación es “inaceptable”.
“Si tuvieran por lo menos estabilidad [con los cheques], uno se podría organizar”, sostuvo Rosa, refiriéndose a los compromisos económicos.
Mellado ha dicho públicamente que esta beca y el aumento en las plazas de las residencias médicas han sido dos de los grandes logros para la retención de médicos durante su administración, que culmina este mes. Sin embargo, a días de que salga del puesto, ninguna de las dos cosas ha ocurrido como anunció, y el panorama de la escasez de médicos especialistas en Puerto Rico no ha mejorado significativamente, según al menos cuatro expertos consultados.
Sobre las nuevas plazas de residencias médicas en Puerto Rico, Mellado ha evadido precisar cuántas realmente son y en qué especialidades. De manera que no se puede saber cuál es el aumento, si alguno, en los puestos de nuevo ingreso por especialidad médica en la Isla comparado con el 2021, cuando comenzó su gestión como Secretario.
Las residencias médicas son programas de entrenamiento de entre tres y cinco años de duración, de universidades, hospitales o consorcios de ambos, trabajando en una institución hospitalaria o clínica y atendiendo pacientes bajo la supervisión de un médico de la especialidad seleccionada. Son altamente competidas porque hay pocos espacios de ingreso en la mayoría de las especialidades.
Desde abril de 2024, cuando Mellado anunció la medida, han cambiado varias veces las cifras de las nuevas plazas de médicos especialistas apoyadas por el DS. Además, en esas cifras mezcla las plazas correspondientes a residentes, fellows, investigadores y participantes del llamado “internado estatal” (requisito para médicos generalistas, no especialistas). Esto genera dudas sobre en qué medida realmente aumentó el número de especialistas en Puerto Rico, qué años de residencia cursan, y si fue en las especialidades de mayor necesidad.
Los residentes son los médicos que entrenan en alguna especialidad, y los llamados fellows, en el mundo de la medicina, se refiere a médicos especialistas que entrenan en una especie de residencia avanzada para convertirse en subespecialistas.
En abril, Mellado dijo que serían 135 plazas nuevas. Luego, entre agosto y noviembre, dio a entender públicamente en entrevistas que había logrado unas 530 plazas nuevas. Sin embargo, resultó que estas 530 “plazas nuevas” no eran nuevas. Un 37.5% de ellas o 199 puestos no eran para especialistas ni subespecialistas, sino internados para médicos generalistas.
El 2 de diciembre Mellado dijo ante el Comité de Transición Entrante que eran 528 plazas nuevas. Sin embargo, se retractó a preguntas de la licenciada Verónica Ferraiuoli Hornedo, quien es miembro del Comité.
“Lo otro que quería es una clarificación, y es algo que nadie me ha podido explicar adecuadamente, son las plazas de las residencias médicas. En su ponencia usted informa que de 200 plazas de residencias médicas en el 2021 aumentamos a 528 plazas al día de hoy. Alguien me dijo que no es que tengamos 528 médicos residentes en los hospitales de la noche a la mañana, esto es escalonado”, cuestionó Ferraiuoli Hornedo a Mellado.
Mellado respondió que eran en realidad alrededor de 300, pero esta cifra tampoco es correcta, encontró en CPI.
Un análisis hecho por el Dr. Ibrahim Pérez, exdirector de Salud de San Juan, en el que utilizó datos del Consejo de Acreditación para la Educación Médica de Posgrado (ACGME, en inglés) y del National Resident Matching Program, apunta a que entre 2022 y 2024 lo que hubo fue un incremento de 41 plazas de primer año — o sea de nuevo ingreso — para todo Puerto Rico, no solo las subvencionadas por Salud, para especialistas e internados transicionales (programa que sirve de puente de entrada a una especialidad), entre otros. El DS sólo subvenciona cerca de un 32% de 1,029 plazas de residencias y fellowships acreditados en Puerto Rico, de acuerdo a la ACGME.
Esto significa que, al momento, el aumento neto en nuevos médicos especialistas subvencionados por Salud, gracias a los esfuerzos de Mellado, es mucho menor a lo representado en todas las instancias públicas por el funcionario.
Al cierre de esta edición, el DS no había respondido cuántas de estas son plazas para nuevos especialistas.
Los internados son requisito para que los médicos puedan ejercer la medicina en Puerto Rico como generalistas. Salud también dijo que a partir de enero de 2025 comenzarán otras 56 residencias, pero en realidad también serán internados estatales para generalistas. Los internados estatales son una rotación de un año que los médicos tienen que hacer en un hospital en Puerto Rico para poder solicitar la licencia de médicos. Esta rotación incluye áreas como pediatría, sala de emergencia y ginecología y obstetricia, explicó el doctor Víctor Ramos, expresidente del Colegio de Médicos Cirujanos.
Médicos especialistas vs médicos generalistas en Puerto Rico
La doctora Olga Rodríguez de Arzola, vicepresidenta para Asuntos Médicos y Decana de la Escuela de Medicina de Ponce Health Sciences University, explicó que luego de que se terminan los cuatro años de medicina tradicional no se puede ejercer la medicina hasta que se haga un año de internado o un programa de residencia, lo que les permite a los médicos tener una especialidad. El tiempo de residencia depende de la especialidad, ya que, por ejemplo, las especialidades de medicina primaria, como medicina interna, pediatría y medicina de familia son tres años, mientras que cirugía son cinco años.
A preguntas del CPI de por qué incluyen los internados estatales en las estadísticas de las residencias, Salud indicó que, aunque “los internados no son plazas nuevas de especialidades médicas, cumplen una función crítica en el desarrollo profesional de los médicos y en el fortalecimiento del sistema de salud local”.
En Puerto Rico, la Escuela de Medicina de Ponce, el Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR) y la Universidad Central del Caribe (UCC) tienen programas de residencias, que en su mayoría son en hospitales. La única escuela de medicina que no tiene es la Escuela de Medicina San Juan Bautista en Caguas, según indicó Yaidy Cruz, directora de programas estudiantiles de la institución. Sus estudiantes son acomodados en programas de residencia de otras universidades u hospitales en Estados Unidos y en Puerto Rico.
El mundo de las largas y sacrificadas carreras médicas es complejo. Conlleva primero estudiar cuatro años de escuela de Medicina tras completar un bachillerato universitario. Tras graduarse, el egresado puede convertirse en un especialista intentando entrar a un programa de residencia o ser médico generalista completando un año de internado estatal. Las residencias son programas de entrenamiento de entre tres y cinco años de duración, de universidades, hospitales o consorcios de ambos, trabajando en una institución hospitalaria o clínica y atendiendo pacientes bajo la supervisión de un médico de la especialidad seleccionada y son altamente competidas porque hay pocos espacios de ingreso en la mayoría de las especialidades. La mayoría de los llamados fellowships son programas similares a las residencias, pero de hasta tres años adicionales de duración, para que especialistas puedan completar una subespecialidad. La palabra también se usa en el mundo médico para especialistas o subespecialistas a los que se les concede una subvención para investigación.
El RCM es la institución con mayor número de programas de residencia en Puerto Rico y, según indicó la doctora Arelis Febles, decana Asociada Interina de Educación Médica Graduada de la institución, este año académico no tuvieron aumento en plazas.
La UCC indicó que para este año no solicitaron más plazas de residentes a la ACGME porque ya se habían aumentado 12 plazas luego de que Salud, en este cuatrienio, dijera que había identificado fondos para activarlas y pagar el estipendio a los residentes. No obstante, este año ese concilio acreditador aprobó siete plazas de nuevo ingreso para julio de 2025 para un Programa de Residencia en Medicina Interna para el Hospital Pavía de Arecibo que se hizo en conjunto con la UCC. Ese programa tiene la subvención del DS por los tres años que dura la residencia para cada médico, por lo que tiene un total de 21 plazas.
Salud paga los estipendios de los residentes de las universidades y hospitales privados. En el caso del RCM, los médicos residentes reciben su estipendio de la UPR, procedentes de fondos legislativos. Los pagos de estos residentes son más altos y se generan a tiempo.
Residentes tendrán que seguir esperando por su beca
Según el doctor Sebastián Castañer, presidente de la Asociación de Médicos Residentes del Hospital San Lucas, los residentes de esta institución no habían recibido ni siquiera el contrato que tienen que firmar para recibir esta beca hasta el pasado viernes. Según datos del DS, 61 de los 186 médicos residentes y fellows que solicitaron esta beca incentivo son de este hospital, siendo la institución con mayor número de solicitudes.
“Hasta la fecha, ningún residente ha recibido un cheque bajo este concepto, ya que el proceso de implementación sigue en desarrollo para cumplir con los requisitos administrativos y legales establecidos”, dijo Mellado. En declaraciones escritas indicó al CPI además, que se proyecta que los pagos comiencen a emitirse en enero y que, a partir de ese momento, sean realizados de forma mensual.
A principios de diciembre había declarado en la vista de transición que esta beca incentivo “se le está pagando cada tres meses”.
Una condición de la beca es que si deciden irse fuera de Puerto Rico tendrían que devolver el dinero de la beca. Mellado aseguró en comparecencia ante el Comité de Transición del Gobierno entrante que además de esta beca, se les otorgó un pago de $2,650 a los médicos residentes.
Aunque el supuesto incentivo se anunció en abril, según el doctor Rosa, no tuvieron información oficial hasta septiembre.
Ese mes, el licenciado Yesarel Pesante, secretario Auxiliar de Servicios Médicos y Enfermería del Departamento de Salud de Puerto Rico, convocó una reunión informativa y les indicó que recibirían en 24 a 48 horas un correo electrónico con un reglamento y una carta de intención para solicitar la beca incentivo. El funcionario también dijo a un medio que el dinero se comenzaría a pagar en octubre.
De acuerdo a Rosa, no fue hasta el 30 de octubre que recibieron el correo electrónico por parte del DS con una carta notificando el compromiso que debían hacer de quedarse en Puerto Rico si recibían la beca.
El 15 de noviembre varios residentes que sometieron los documentos requeridos recibieron otro correo electrónico donde la agencia les solicitaba otros documentos para poder procesar el desembolso, pero se trataba de los mismos documentos que someten todos los años para renovar sus contratos y que ya habían enviado en verano de 2024.
Para justificar los atrasos constantes en el pago de los estipendios de los residentes, Mellado detalló el proceso burocrático de facturación del DS, que “incluye varias etapas de revisión, y suele tomar hasta 15 días hábiles desde el sometimiento de la factura para que el pago sea emitido”. Sin embargo, los residentes reportan en ocasiones retrasos de hasta dos meses.
Grave la crisis de especialistas en Puerto Rico
En Puerto Rico existe una crisis de especialistas que ha traído consecuencias para los pacientes, quienes tienen que esperar largos meses para una cita. Una investigación del CPI reveló que la mortalidad por enfermedades del corazón aumentó un 12% en el 2022, sin embargo, al presente solo hay 95 cardiólogos en toda la isla, lo que representa una proporción de uno por cada 17,500 adultos, la más baja de todas las jurisdicciones de los Estados Unidos, según el American College of Cardiology.
Además, ante la falta de psiquiatras, hay cardiólogos que tienen que recetar medicamentos para la ansiedad a sus pacientes, dijeron los cardiólogos Luis Molinary Fernández y Luis Rosado Carrillo.
Un reciente estudio de Puerto Rico Medical Defense Insurance Co. indica que la cantidad de médicos practicando aumentó en los últimos cinco años, pero no así en las especialidades médicas, donde se reportó una reducción. En el 2023, en Puerto Rico había 5,082 profesionales en la práctica general, mientras que había 4,727 especialistas.
Según el estudio, la medicina general — que para efectos de este estudio agrupa medicina general, medicina de familia, medicina interna, hospitalistas y emergenciólogos — refleja el por ciento mayor de profesionales disponibles, con 30.5%, seguido por medicina interna 11.6%, y pediatras con un 9.1%.
Sin embargo, hay una reducida disponibilidad de cardiólogos, endocrinólogos, enfermedades infecciosas, reumatólogos, dermatólogos, otorrinolaringólogos y psiquiatras, entre otras especialidades y subespecialidades.
“Esto pudiera explicar la falta de disponibilidad de citas para los pacientes y las largas esperas en las oficinas médicas en ciertas especialidades”, dice el estudio.
Además, se desprende que las edades de los médicos, muchos cerca de la etapa de retiro, son un elemento de preocupación, especialmente si sigue la tendencia de reducción en la cantidad de especialistas.
“Varias especialidades importantes como anestesiología, cardiología, gastroenterología y cirugía, entre otras, tienen médicos con edades promedio mayores de 60 años. Esto representa un reto a futuro si no se logra aumentar la cantidad de residencias y/o retener a los médicos más jóvenes incentivándolos a mantener su práctica en Puerto Rico”, reza el documento.
Médicos especialistas que superarían los 65 años en tres años
Se indica, además, que más del 40% de los médicos activamente practicando en especialidades como cardiología, dermatología, ginecología, pediatría, reumatología, cirugía y urología tienen o tendrán una edad mayor de 65 años en los próximos tres años.
Insuficientes las medidas ante la fuga, reconoce Mellado
“Aumentar plazas ayudará a reforzar algunas residencias e incrementar los especialistas en adiestramiento, pero no garantizará que los mismos se queden en Puerto Rico al concluir su residencia. Retenerlos para que se establezcan permanentemente en Puerto Rico es el mayor reto que enfrentamos”, indica el doctor Pérez en su análisis. “Es imperativo que cada institución auspiciadora recopile e informe a dónde se han establecido los médicos que terminaron su adiestramiento para poder identificar razones y patrones, y para tomar las medidas correctas para detener la fuga”.
Según se desprende de su análisis, la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico ha sido la única que desde fines de la década de 1970 ha retenido en Puerto Rico, año tras año, sobre 50% de sus egresados para su adiestramiento de postgrado. Además, que en Puerto Rico se ha reducido la cantidad de egresados que se han marchado a Estados Unidos de un 56% en 2022 a un 43% en 2024, la mayoría de estos de la Universidad Central del Caribe y la Universidad de Puerto Rico.
El presidente del Colegio de Médicos Cirujanos, Carlos Díaz, opinó que medidas como las bonificaciones a los residentes y el aumento de plazas de residentes no son suficientes para detener el éxodo de médicos, sino que solo mejoran las condiciones preéxodo.
“Luego de que yo entrene en Puerto Rico, con las plazas que sean, ¿qué incentivos tengo para quedarme aquí? No hay ningún incentivo, porque el incentivo era darle el 4% de contribución [sobre ingresos] a los médicos. Pero si ya ese incentivo no está, los médicos no tienen incentivo para quedarse. Puedes abrir las plazas que te dé la gana, pero no se van a quedar”, sostuvo Díaz.
Por eso, dijo que una de las medidas que está solicitando el Colegio es un incentivo contributivo por lo menos de un 10% de exención contributiva.
“Reconocemos que aún faltan pasos afirmativos que deben integrarse de manera más amplia entre diversas dependencias gubernamentales para abordar de manera efectiva la retención de médicos especialistas en Puerto Rico. Sin embargo, esta política pública representa un paso de avanzada en la dirección correcta, sentando las bases para solidificar la Educación Médica Graduada en la isla y fomentando un entorno que pueda motivar a más médicos a continuar su carrera profesional en el país”, dijo Mellado en declaraciones escritas al CPI.
El doctor Juan Medina, médico residente de cirugía en San Lucas, sostuvo que, aunque se invierta en las residencias, también hay que destinar fondos a la infraestructura hospitalaria, por ejemplo, con mejores equipos para proveer mejores servicios médicos en Puerto Rico.
El doctor Ramos, quien participó de la huelga del 1999 para que se les aumentara la paga a los médicos residentes, recordó que la pérdida de las residencias comenzó luego de la implementación de la Reforma de Salud, que privatizó la mayoría del sistema de salud.