Dra. María Sotelo Porto
La conmemoración del natalicio del exgobernador Luis A. Ferré, el 17 de febrero, rinde homenaje a su vida y legado, y nos permite reflexionar su impacto en las vidas de los puertorriqueños. Don Luis A. Ferré expresó que “La Patria es esfuerzo creador, es sentido de responsabilidad social, es respeto a la razón y es amor a la libertad”. Pensamiento que armonizó con su accionar, al crear nuevas soluciones para mejorar la sociedad. Su elección como gobernador fue muy trascendental, debido a que su recién fundado partido logró ganar su primera elección general, acabando con el monopartidismo del Partido Popular Democrático desde el 1940. Don Luis A. Ferré logró convencer a los puertorriqueños que su nueva visión de justicia social, de modernización para Puerto Rico, y del estatus eran necesarios para el cambio. Sus lemas de campaña: “Esto tiene que cambiar”, “Nueva vida” y “Ferré lo hará” anunciaba la solución a los problemas que confrontaban las familias puertorriqueñas.
En su visión de justicia social, Don Luis A. Ferré otorgó títulos de propiedad a sobre 80 mil familias puertorriqueñas, consiguió que Puerto Rico fuera parte del Programa de Asistencia Nutricional (PAN), creó el Bono de Navidad, concedió el voto a los jóvenes desde los 18 años. Trabajó incansablemente para que se introdujera el salario mínimo federal. Gestionó la salida de la Marina en Culebra, cuya Armada pretendía comprar a Puerto Rico. Estableció el primer programa de subsidio a la banca comercial para la consecución de préstamos universitarios y creó la Comisión Contra el Crimen. Concibió la Cooperativa de Empleados de la Porto Rico Iron Woks, distinguiéndose como propulsor del cooperativismo en Puerto Rico. Fundó y presidió la primera Biblioteca Pública de Ponce. Contribuyó a la fundación de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, llamada inicialmente “Universidad de Santa María”. Creó la Fundación Luis. A. Ferré para impulsar el desarrollo de las artes y la educación en Puerto Rico beneficiando a estudiantes con becas. Realizó diversas donaciones a instituciones caritativas y religiosas.
En fomento a la modernización, viabilizó la primera autopista, la cual atraviesa la Isla de norte a sur; creó el Departamento de Recursos Naturales para asegurar que en el desarrollo de la infraestructura se protegiera el ambiente. Fundó el Museo de Arte de Ponce. Respecto a su accionar en la política, Don Luis concibió la estadidad como sinónimo de seguridad, calidad de vida, progreso, medio para asegurar la ciudadanía americana y que se nos garantizara ser socios en igualdad de condiciones, y la unión permanente con los Estados Unidos.
Don Luis A. Ferré fue un líder de cambio cuyo gran legado fue su espíritu de servicio. Exgobernadores de Puerto Rico han reconocido públicamente sus extraordinarias cualidades , entre ellos: Rafael Hernández Colón (2003), quien indicó que «Era una persona que amaba lo bello y excelso de la vida, era cariñoso con todos e irradiaba un perpetuo optimismo, y siempre miraba hacia adelante»; Carlos Romero Barceló (2003) lo describió como «Uno de los líderes más queridos de nuestra historia, por su dedicación, por su perseverancia, por su ánimo, por su caballerosidad, por su gentileza, por su amor a las artes, su generosidad con los adversarios, con sus más ensañados críticos»; Pedro Rosselló (2003) expresó que «Don Luis fue hombre de estado ejemplar y digno representante de lo mejor que nuestra tierra puede ofrecer»; Sila M. Calderón (2003) informó que se caracterizó por su devoción a los más puros valores democráticos, su espíritu cívico y su amor a Puerto Rico; Pedro Pierluisi (2024) expresó que “Fue una persona buena de verdad. Un hombre de carácter noble y respetuoso de los demás. No se distraía por los ruidos y las críticas, sino que se enfocaba en las metas que quería para su pueblo”.
Una de las preocupaciones de Don Luis A. Ferré fue la falta de valores que llevan a la corrupción. Al responder cómo deseaba que fuera el puertorriqueño del futuro, indicó que quería ver al puertorriqueño de hoy corrigiendo los errores del pasado (Berrios, 2003). Estimado lector, recordemos siempre a Don Luis A Ferré, el hombre que transformó las ideas en obras en beneficio para todos, el revolucionario que luchó por la justicia social de todos los puertorriqueños. Les exhorto a evaluar quiénes en el ruedo político luchan por la justicia social de nuestro Puerto Rico, porque es muy necesario que “esto tiene que cambiar”, necesitamos con urgencia una “nueva vida”, pero queda en el tintero “quién lo hará”. Puerto Rico necesita líderes políticos con valores puros y democráticos, que se atrevan a corregir los errores del pasado, lleven a Puerto Rico a liberarse de la inacción, la mediocridad y la corrupción. ¡Puerto Rico necesita revolucionarios en la lucha por la justicia social! .