La Universidad de Puerto Rico, el Primer Centro Docente del País, enfrenta unos de los restos más importantes de su historia, la transformación total de sus 11 unidades académicas. A lo largo de los próximos cinco años, la UPR se ha comprometido, a pesar de contar con un presupuesto limitado, a poner en vigor el Plan Estratégico 2023-2028, con el fin de asegurar la sostenibilidad y el crecimiento de la universidad en los próximos 5 años. El Plan Estratégico comprende lo siguiente: el fortalecimiento de la oferta académica, adaptándola a las necesidades del siglo XXI; la promoción de una cultura de investigación e innovación, que impulse a la universidad como líder en la creación de conocimiento; el mejoramiento de la infraestructura física y tecnológica, para asegurar un entorno educativo de calidad y la implementación de un modelo de gobernanza participativo, basado en la transparencia y la rendición de cuentas.
El Presidente de la Universidad de Puerto Rico, Dr. Luis A. Ferrao, informó que el proceso de transformación universitaria implica, además, un esfuerzo coordinado para mejorar los mecanismos de gobernanza interna, promoviendo la participación activa de todos los actores involucrados, desde los estudiantes hasta el personal administrativo y académico. De esta manera, se busca fortalecer la capacidad de la UPR para adaptarse a los cambios y responder de manera efectiva a los desafíos que enfrenta.
“El plan establece un cronograma detallado de metas a corto, mediano y largo plazo. En el corto plazo, se priorizarán las mejoras en la gobernanza interna, la estabilización financiera y la actualización de la oferta académica. En el mediano plazo, la universidad buscará consolidar su posicionamiento como centro de investigación en áreas estratégicas para Puerto Rico, tales como la biotecnología, la energía renovable y la salud pública. Finalmente, en el largo plazo, el objetivo es que la UPR se convierta en un referente internacional en términos de calidad académica e innovación”, expresó el presidente de la UPR.
Logros de la UPR – A pesar de los desafíos, la Universidad de Puerto Rico ha logrado importantes avances en diversos frentes: el mejoramiento de su calidad académica, con la acreditación de numerosos programas y el reconocimiento de la UPR como una de las mejores universidades en la región. En cuanto a la investigación, la UPR ha consolidado su posición como un actor clave en la generación de conocimiento en áreas como la biotecnología, las ciencias ambientales y la salud pública. Estos avances han sido posibles gracias a la inversión en laboratorios y centros de investigación, así como al fortalecimiento de las alianzas con instituciones internacionales de prestigio. De otro lado, el fortalecimiento de las alianzas nacionales e internacionales también ha sido un pilar fundamental en el éxito de la UPR en los últimos años. La colaboración con universidades extranjeras ha permitido el intercambio de conocimientos y experiencias, enriqueciendo tanto a los estudiantes como a los investigadores. Además, la UPR ha establecido vínculos con el sector privado, impulsando la transferencia tecnológica y la innovación en áreas estratégicas para la economía de Puerto Rico.
Retención Matrícula Estudiantil – Se ha desarrollado una nueva política de admisiones con el objetivo de detener la merma. Se ha reenfocado la visión de la población con el fin de ofrecer servicios educativos también a la población adulta. Se está evaluando la oferta académica, incrementando la educación a distancia y promoviendo el reclutamiento de estudiantes en los distintos estados y en ferias internacionales. Con la nueva política de admisiones, se adoptó el “Plan Piloto para la Política de Admisión de Estudiantes Subgraduados en la Universidad de Puerto Rico”, aprobado por la Junta de Gobierno mediante la Certificación 33-2022-2023. Con esta nueva política se flexibilizaron los criterios de admisión que, en combinación con otras estrategias, tales como, la ampliación del cupo en ciertos programas, la realineación de la oferta académica, incluyendo la educación a distancia, y un esfuerzo integrado de retención, promoción y reclutamiento, se logró detener y revertir la tendencia descendente de nuestra población estudiantil.
Justicia Salarial y Retención de Empleados – Ya está bajo la evaluación de la JSF, el nuevo Plan de Clasificación y Retribución para los empleados no docentes y se espera hacer lo propio con el personal docente. Por otro lado, con relación al sistema de retiro, la institución aumentó la aportación patronal del salario cotizable de 20% a 30% para robustecer las aportaciones requeridas. De otro lado, la Junta de Gobierno de la UPR, a nuestra solicitud, ha aprobado aumentos por concepto de ajuste de salario mínimo a los empleados de; la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes (HEEND), el Sindicato de Trabajadores, la Federación Laborista de Empleados Universitarios del Recinto de Mayagüez (FLERUM) y la Unión Bonafide de Seguridad (UBOS). Los salarios han aumentado de $7.25 la hora, a $8.50 la hora, a $9.50 y ahora a $10.50. El aumento ha beneficiado a unos 1,817 empleados. Es la primera vez que la UPR logra equiparar el salario por hora conforme al mercado a los empleados de la institución.
Retos y Oportunidades –Según el Dr. Ferrao, la transición gubernamental en la UPR no está exenta de retos, ya que muchas veces se afecta la continuidad de los planes de desarrollo institucionales por los cambios de administración. Siendo una institución educativa, con planes estratégicos a largo plazo, es vital poder garantizar una gobernanza sólida que mantenga los planes de trabajo institucionales para alcanzar el máximo potencial del plan estratégico. Entre los retos más apremiantes se encuentran el financiamiento, la modernización de la infraestructura y la sostenibilidad de la calidad académica.
Explicó que la institución confronta otro gran reto, la retención de talento, tanto estudiantil como académico. La emigración de jóvenes profesionales y académicos ha sido un problema recurrente en Puerto Rico, y la UPR debe buscar formas creativas de retener y atraer a sus egresados y académicos más talentosos. “La universidad tiene la oportunidad de fortalecer sus programas de vinculación con el mercado laboral y de crear entornos de investigación e innovación que fomenten la permanencia de profesionales altamente capacitados en la isla. Asimismo, debemos asegurar que la Junta de Supervisión y Fiscal apruebe los planes de clasificación y retribución que pongan a la UPR a tono con las exigencias del mercado”.
Desafíos Financieros – Sobre los desafíos financieros que enfrenta la universidad, según el presidente de la UPR, se encuentra la limitación en el financiamiento gubernamental. “La dependencia de los fondos públicos ha generado vulnerabilidades que afectan directamente la capacidad de la institución para cumplir con sus metas estratégicas. Contar con un presupuesto operacional de tan solo de $441 millones nos limita y nos deja sin herramientas, por ejemplo, para el mantenimiento de todas las estructuras de la Institución. Se solicita un presupuesto en la Legislatura bien detallado de $500 millones para la fase operacional, pero esa partida continúa reduciéndose y se mantiene restricta cuando pasa por el cedazo de la Junta de Supervisión Fiscal. A pesar de ello estamos cumpliendo con esas exigencias del ente fiscal porque forman parte del Plan Estratégico de la Institución”.
Sin embargo, ante esta realidad, el presidente de la UPR y su equipo gerencial están en la búsqueda de alternativas de financiamiento a través de la creación de alianzas público-privadas, la captación de fondos federales para investigación y el establecimiento de programas de auto-financiamiento”.
El presidente de la UPR indica que es esencial que la UPR desarrolle un plan de diversificación financiera que reduzca su dependencia del presupuesto gubernamental. Esto implica explorar oportunidades en el sector privado, aumentar los ingresos a través de programas educativos y expandir la captación de fondos internacionales.
Oportunidades de Innovación y Mejoras –A pesar de los retos mencionados, la UPR tiene a su disposición numerosas oportunidades para innovar y mejorar. En términos académicos, la creación de programas interdisciplinarios también representa una oportunidad de crecimiento. Los problemas globales contemporáneos, como el cambio climático, la salud pública y la justicia social, requieren enfoques multidisciplinarios.
“Estamos seguros de que, con la implementación del Plan Estratégico, la universidad estará mejor preparada para enfrentar los retos del siglo XXI, al mismo tiempo que contribuye de manera significativa al progreso de la isla”, concluyó el presidente de la UPR.