En medio de la temporada navideña, cuando la entrega de regalos a menores se convierte en una tradición esperada, la doctora Alice Pérez Fernández, Coordinadora del Comité de Promoción del desarrollo Integral de la Niñez de la Asociación de Psicología de Puerto Rico (APPR) destacó la relevancia de regalar con propósito.
“En esta temporada en la que se acostumbra a dar regalos, cada obsequio tiene un propósito, ya que de alguna manera sirven para dar las gracias o cumplir un deseo. Por eso es importante recordar esto, especialmente en el caso de los niños que durante estas fechas esperan con ilusión la llegada de los Reyes Magos o Santa», indicó la doctora Pérez Fernández.
La Psicóloga destacó la importancia de seleccionar regalos que no solo satisfagan el deseo momentáneo de los menores, sino que también contribuyan a su crecimiento y aprendizaje. “Los regalos deben tener un propósito y estar alineados con el desarrollo de los niños en sus diferentes etapas”, afirmó.
Según la experta, los regalos deben fomentar valores como: el esfuerzo y la responsabilidad. “Todo en la vida debe tener un propósito, y los regalos no son la excepción. Los niños deben aprender que las cosas se obtienen mediante el esfuerzo y que no se trata solo de recibir por recibir”, señaló.
La doctora Pérez Fernández también abordó el tema sobre los riesgos de la sobreestimulación por regalos excesivos, que a menudo resultan en falta de aprecio y atención hacia los mismos. Resaltó la importancia de que los regalos sean adecuados para la edad del niño y alineados con su etapa de desarrollo, reforzando habilidades y competencias clave como la coordinación, memoria y atención.
“Los niños que reciben demasiados obsequios no los aprecian realmente, ya que tienen tantas alternativas que apenas les dedican tiempo de calidad”, indicó la Coordinadora del Comité de Promoción del desarrollo Integral de la Niñez de la APPR. De esta forma, la especialista sugirió que al momento de regalar los adultos deben contemplar cuatro pilares:
Algo para vestir: Ropa o accesorios que cubran una necesidad.
Algo educativo: Libros, rompecabezas o juegos que promuevan destrezas cognitivas y motrices.
Algo necesario: Artículos que apoyen actividades cotidianas o deportivas, como calzado adecuado si el niño practica algún deporte.
Algo deseado: Un regalo que satisfaga un deseo personal del menor, sin caer en el exceso.
La psicóloga también alertó sobre la entrega de dispositivos tecnológicos como regalo de Navidad a edades muy tempranas diciendo que: “Un celular no es un juguete; es una herramienta”. Por esta razón, recomendó posponer este tipo de obsequios hasta que el menor cuente con la madurez suficiente para utilizarlos de forma responsable y supervisada.
“Los niños en desarrollo requieren actividades que estimulen su cuerpo y mente. Un exceso de tiempo en pantallas afecta la atención, limita el tiempo para otras experiencias enriquecedoras y, sin la debida supervisión, puede exponerlos a riesgos en línea”, sostuvo.
Otra consideración relevante es la de regalar mascotas. La doctora Pérez Fernández recordó que se trata de seres vivos que requieren cuidado, tiempo y compromiso familiar. “Si el niño aún no sabe cuidarse completamente a sí mismo, no estará listo para cuidar a un animal. Además, si los adultos no están dispuestos a asumir esa responsabilidad, no es prudente introducir una mascota en el hogar”, puntualizó.
Como mensaje final, la doctora Pérez Fernández enfatizó que: «La Navidad es un tiempo de unión y valorar el estar juntos. Los mejores regalos son aquellos que nos permiten compartir y enseñar valores a nuestros niños, dándoles el mejor regalo de vida que son el tiempo y el amor de sus seres queridos”.