De un sueño de la infancia a una realidad que lo llevó a conocer astronautas y trabajar en el Kennedy Space Center. Así podría resumirse la historia de Vladillen ‘Vlado’ González Irizarry, un sabaneño que hoy ejerce como gerente de Ingeniería de Calidad para el programa espacial Artemis de Lockheed Martin y NASA.
“Desde pequeño siempre quise ser astronauta o ingeniero de la NASA. Recuerdo que mi papá había comprado un cuadro del transbordador Columbia y lo tenía en mi cuarto, por lo que todos los días me acostaba y despertaba mirando esa foto”, relató González Irizarry, quien creció en la urbanización Villa Alba de Sabana Grande.
Proveniente de una familia trabajadora y con recursos limitados, el sabaneño, contó que tuvo que esforzarse al máximo para cumplir sus metas. “Estudié en escuelas públicas toda mi vida y aunque muchos pensaban que mi sueño de llegar a la NASA era lejano, tuve la dicha de contar con el apoyo de mis padres, Vladimir González y Elizabeth Irizarry, así como de maestras y consejeras que creyeron en mí”, recordó.
Su camino para alcanzar la meta no fue fácil, ya que la falta de recursos económicos y la dificultad de transportación al comenzar a estudiar ingeniería en el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) lo llevaron a tener que tomar una pausa y enlistarse en el servicio militar.
“Cuando me di cuenta de que no podía costear el transporte ni las matrículas de la Universidad, entré a la Marina de Estados Unidos (EE.UU.), donde ejercí como Ingeniero de vuelo en el Escuadrón Presidencial HMX-1 para los presidentes Bill Clinton y George W. Bush. Al regresar, mi consejera académica, Evangeline Jiménez movió cielo y tierra para que pudiera retomar mis estudios antes de que expiraran los créditos que había completado. Si no hubiese sido por ella, quizá no habría logrado terminar mi bachillerato en ingeniería mecánica y ese fue un momento decisivo en mi carrera”, señaló González Irizarry.
Con el título de Ingeniero Mecánico en mano, González Irizarry, trabajó en diversas compañías aeroespaciales (entre ellas Raytheon Missile Systems, Raytheon Space and Airborne Systems y Honeywell Aerospace) y, tras varias entrevistas, logró integrarse a Lockheed Martin, que es una agencia subcontratada por la NASA para construir las cápsulas espaciales (Orion) del Programa Artemis en el Kennedy Space Center. Allí se desempeña como gerente de ingeniería en calidad, supervisando equipos que garantizan el cumplimiento de los estrictos requisitos técnicos.
Como parte de su rol, el sabaneño explicó que es responsable de asegurar que cada módulo Orion cumpla con los estándares de calidad para que los astronautas puedan viajar, orbitar la Luna y regresar a la Tierra con seguridad. “A mí me emociona pensar que, como boricua y latino, soy parte de la cadena de mando que cuida cada detalle para que estas misiones sean exitosas”,dijo.
Uno de los momentos más sorprendentes para el ingeniero de Sabana Grande ha sido conocer a los astronautas del programa Artemis y tener conversaciones cara a cara con ellos: “Un día le pregunté a Víctor Glover, astronauta y Piloto de Artemis II, qué consejo se daría a sí mismo si pudiera viajar en el tiempo cuando era adolescente y él me dijo simplemente: ‘You can do it’. Es algo que me marcó, porque va en línea con mi historia de perseverancia. No importa de dónde vengas, si te esfuerzas y tienes disciplina, puedes lograrlo”.
La misión Artemis II, programada para finales de 2026 (sujeta a posibles ajustes), es la próxima gran hazaña para este equipo de trabajo. “Tomamos muy en serio cada detalle en la construcción de la nave espacial. Son proyectos de varios años que exigen miles de pruebas para garantizar la seguridad de los astronautas, sobre todo al reingresar a la atmósfera. Es un compromiso inmenso, pero también un privilegio”, precisó el gerente de Ingeniería de Calidad.
A pesar de los años lejos de su natal Sabana Grande, el puertorriqueño no olvida sus raíces. “Llevo con mucho orgullo decir que soy de ese pueblo, que soy producto de las escuelas públicas y que, con disciplina y trabajo duro, se pueden vencer los obstáculos. Si yo lo logré, cualquiera puede hacerlo. De ser un sabaneño soñador, ahora soy parte de un equipo que construye cápsulas espaciales para la NASA. Y todavía no me lo creo”, concluyó.
