Cientos de jóvenes en Puerto Rico, que pueden estar estudiando y trabajando, viven sin un techo seguro mientras duermen en un carro, en pasillos de universidades o se las ingenian para pedir a amigos o familiares donde dormir cada noche. Muchos no se consideran jóvenes sin hogar pero por causas que van desde problemas familiares, violencia, pobreza y abuso de sustancias son casos típicos de sinhogarismo juvenil, como revela el primer estudio sobre este tema en la Isla realizado por la organización Solo por Hoy y Estudios Técnicos, Inc.
El “Estudio de Necesidades de la población de jóvenes sin hogar” estimó que unos 300 jóvenes estuvieron sin hogar el pasado año, entre estos 55 literalmente en la calle, 117 jóvenes que recibieron servicios de vivienda permanente en las organizaciones de los CoC (Continuos de cuidado) y otros 185 identificados al solicita r asistencia para vivienda en el sistema coordinado de entrada al sistema de Solo por Hoy. Aún así, se estima que la cifra podría ser mayor, comentó Livette Lozada, coordinadora del Comité Asesor de Jóvenes (Youth Advisory Board o YAB) de Solo por Hoy, que colaboró activamente al realizar entrevistas a jóvenes de 18 a 24 años para el estudio.
“El valor principal de este estudio es tener un reconocimiento de la situación que viven los jóvenes en Puerto Rico, al identificar las barreras que enfrentan y poder hallar soluciones de acuerdo a los problemas que expusieron ellos mismos, no navegar a ciegas. Las razones principales para el sinhogarismo juvenil que nos indicaron son los problemas intrafamiliares y la violencia doméstica, problemas económicos, desalojos, ser jóvenes egresados de los programas de custodia del Departamento de la Familia, abuso de sustancias y salud mental”, planteó Lozada.
Tras este estudio, Solo por Hoy se propone realizar una campaña educativa de orientación “de joven a joven” sobre el sinhogarismo juvenil, que incluya información de los servicios de ayuda que hay para estos así como promover que se creen más programas de apoyo a la juventud para prevenir que terminen en las calles. Igualmente se desea realizar pronto un censo a nivel Isla de los jóvenes sin hogar, que sea más efectivo, con tecnología de encuestas digitales y en redes sociales que facilite su identificación, planteó Belinda Hill, directora ejecutiva de Solo por Hoy.
“Las razones del sinhogarismo entre jóvenes son muy particulares y requieren de enfoques integrales para poder proveer esa estabilidad. Me impactaron los hallazgos de cómo incide en el sinhogarismo el tema de la violencia. Fueron reveladores los datos que pudimos levantar en las historias de vida así como en las soluciones que proponen más alineadas a su realidad. Ese es el valor de esas entrevistas realizadas de joven a joven con los integrantes del YAB, el consejo asesor de jóvenes”, comentó Anitza Cox, quien presentó los datos del estudio en una conferencia en el Club Rotario de Río Piedras.
El estudio recoge testimonios como el de una joven que relató: “Yo llegué de allá afuera y tuve que ir a casa de mi abuela. Entonces, mi abuela tenía problemas mentales y me terminó botando de la casa. Así que yo me fui con mi mamá. Yo nunca he tenido buena relación con mi mamá y el día de mi cumpleaños me botó a la calle”.
En Puerto Rico hay cerca de 300,000 jóvenes de 18 a 24 años, según los datos demográficos de 2023. De estos 54% son mujeres; 55% están estudiando; 37% viven en hogares no familiares y tres de cada 10 viven solos; el nivel de desempleo es 26%; un 45% vive bajo nivel de pobreza, el 9% tiene alguna discapacidad y 56% de los jefes de hogar que viven rentados experimentan alguna vulnerabilidad de vivienda. De los encuestados en el estudio, el 69% enfrenta el sinhogarismo por primera vez.
Los líderes de opinión de organizaciones entrevistados para el estudio expusieron que el sinhogarismo no se limita a vivir en la calle sino a inestabilidad de vivienda, moverse entre casas de amistades, familiares, hospedajes temporeros o albergues. Con el sinhogarismo se amplía la inseguridad alimentaria, emocional, social y de acompañamiento de los jóvenes. Está también vinculado a la pobreza estructural y a la falta de oportunidades que dificultan un desarrollo digno de los jóvenes, indica el estudio.
Algunos de los retos principales de los jóvenes sin hogar que señala el estudio son: conseguir empleo por falta de experiencia, bajos salarios, alto costo de vida, requisito de mayoría de edad (21 años) para programas de vivienda; problemas intrafamiliares y violencia en el hogar; no se identifican como personas sin hogar aún sin techo seguro; falta de información sobre programas, ayudas y procesos de solicitud de vivienda; escasez de programas dirigidos a jóvenes; y la percepción pública que asocia el sinhogarismo con irresponsabilidad o consumo problemático de sustancias.