El Senado de Puerto Rico conmemoró hoy el Día del Capellán con una actividad en el Capitolio en la que se destacó la labor que realizan estos líderes espirituales en hospitales, fuerzas de seguridad, cárceles, comunidades y otras instituciones de la isla.
Durante la ceremonia, que contó con la presencia de la vicepresidenta del Senado, Marissita Jiménez Santoni y los senadores Brenda Pérez Soto y Ángel Toledo López, en representación del presidente senatorial, Thomas Rivera Schatz, líderes religiosos e invitados especiales, se entregaron reconocimientos a capellanes que han dedicado su vida a brindar apoyo emocional y orientación a quienes más lo necesitan.
“Reafirmo el compromiso de nuestro presidente con las organizaciones de base de fe y con la labor que realizan… Los capellanes son personas que miran más allá de las fronteras y de las doctrinas; simplemente intervienen cuando alguien los necesita. Cuando los capellanes llevan ese mensaje, es importante tener la fortaleza espiritual que solo ellos tienen. Solo ellos pueden llevar ese mensaje de esperanza a personas que ya la perdieron”, expresó Toledo.
La actividad incluyó mensajes de líderes religiosos, presentaciones especiales y testimonios del impacto por la labor de los capellanes.
Por su parte, el director de la Capellanía del Gobierno de Puerto Rico, Eric Ríos, resaltó la importancia del trabajo de los capellanes. “Vivimos en una sociedad llena de crisis, pero en medio de esa crisis hemos podido entender que como capellanes estamos en el momento crucial para hacer la diferencia… el capellán es una persona en confianza, no en sí mismo, pero con Dios” comentó.
La labor de los capellanes es esencial y representa un papel fundamental para nuestra sociedad, promoviendo consuelo y esperanza a quienes más los necesitan, siendo su servicio un pilar de fortaleza en hospitales, instituciones y comunidades. Su dedicación trasciende denominaciones y credos, reflejando un compromiso genuino con el servicio a los demás.
Con esta actividad, el Senado de Puerto Rico reafirma su reconocimiento a las organizaciones de base de fe, cuya vocación y entrega contribuyen al bienestar de miles de puertorriqueños.