Por PROFA. MARIA A RODRíGUEZ
Registradora Interina, Universidad Adventista de las Antillas
Doctoranda PhD, Caribbean University
El Principio de Pareto, también conocido como la regla del 80/20 y formulado por el economista italiano Vilfredo Pareto a finales del siglo XIX, establece que, aproximadamente el 80% de los efectos provienen del 20% de las causas. Este concepto, ha sido aplicado en diversas disciplinas, desde la economía hasta la gestión empresarial. En el uso de una empresa o negocio puede ser determinante para identificar y aumentar el rendimiento de los empleados y el compromiso de una empresa responsablemente equitativa.
Lamentablemente, la desigualdad laboral es una problemática que se ve en muchas organizaciones, donde algunos empleados asumen una carga de trabajo mayor que otros. Esta situación no solo afecta la moral y la productividad del equipo, sino que también puede generar un ambiente de trabajo tóxico y desmotivador.
Basado en esta problemática, el Principio de Pareto es interpretado como la pequeña fracción de los empleados que son los responsables de la mayor parte del trabajo asumiendo el 80% de las tareas criticas mientras que el 80% de los otros empleados son responsables de asumir el 20% del mínimo requerido de sus tareas laborales. Esta desigualdad en la carga laboral puede ser el resultado de múltiples factores, incluyendo la falta de claridad en las responsabilidades, diferencias en habilidades y competencias, una cultura organizacional que no promueve un equilibrio justo entre las cargas de trabajo o que simplemente no asumen las responsabilidades de un liderazgo efectivo.
Cuando un grupo reducido de empleados asume la mayor parte del trabajo, se generan varias consecuencias negativas experimentando el agotamiento y la frustración al sentir que su esfuerzo no es reconocido ni recompensado correctamente. Esto situación ayuda en aumentar el ausentismo y a disminuir la motivación intrínseca. Por otro lado, los empleados que realizan menos tareas se vuelven complacientes perpetuando la desigualdad y un ciclo vicioso difícil de romper. Es fundamental identificar y abordar esta disparidad haciendo un análisis exhaustivo para identificar qué empleados están asumiendo más responsabilidades y por qué. También, es imperativo redefinir roles y responsabilidades, así como implementar sistemas más equitativos para asignar tareas.
Las organizaciones deben promover prácticas que reconozcan y recompensen a todos los empleados por sus contribuciones. Esto puede incluir revisiones regulares del desempeño, oportunidades de desarrollo profesional y un ambiente donde se fomente la colaboración.
