El proceso electoral en Puerto Rico mostró una evolución significativa en términos de organización, eficiencia y transparencia desde las elecciones de 2020. Durante ese ciclo, la Comisión Estatal de Elecciones (CEE) enfrentó retos que comprometieron el desarrollo fluido de las votaciones, especialmente durante las primarias.
Las elecciones generales de Puerto Rico de 2020 presentaron y las de 2024 presentan similitudes y diferencias provocadas por el panorama político y la organización electoral. A continuación, destacaré algunos puntos clave de comparación entre ambos eventos electorales.
En el 2020 las elecciones estuvieron marcadas por problemas logísticos, especialmente durante las primarias, cuando hubo demoras significativas en la entrega de papeletas a los centros de votación. Esta situación generó dudas sobre la capacidad de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE) para llevar a cabo el proceso con eficiencia y afectó la confianza del público.
Para enfrentar los retos en las elecciones de 2024, la CEE implementó un sistema digitalizado de monitoreo en tiempo real de la distribución de papeletas y la logística electoral, permitiendo una gestión más precisa y oportuna. Además, intensificó la capacitación del personal, asegurando que el proceso fluyera con mayor eficacia y que los problemas de logística fueran mínimos.
Por otro lado, aunque en el 2020 se ofrecía la votación adelantada, debido a las restricciones del COVID-19 el proceso fue limitado y no tan accesible para todos los votantes, generando largas filas y aglomeraciones en muchos centros el día de las elecciones.
Para reducir la congestión y facilitar la participación, en 2024, se extendió el periodo de votación anticipada y establecieron más puntos de votación, lo que provocó un aumento en el número de votantes que pudo ejercer su derecho antes del día oficial, mejorando el flujo y reduciendo las aglomeraciones previstas para el 5 de noviembre.
Otro aspecto que afectó en el 2020 fue la falta de una supervisión clara lo que resaltó la necesidad de reformas en la CEE y en la administración del proceso electoral, por lo que en el 2024 la CEE trabajó para mejorar la transparencia en el proceso, permitiendo mayor supervisión de los partidos y acceso ciudadano a las fases de conteo. A través de estas medidas buscaron fortalecer la percepción de un proceso justo y controlado.
Para concluir, es la CEE se mostraron optimistas ante el desarrollo de las elecciones de 2024, confiando en que las mejoras implementadas permitirán superar las dificultades del pasado y restablecer la confianza en el proceso electoral.