La Jota (Juventud del Movimiento Victoria Ciudadana) condena y rechaza la propuesta del presidente de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Luis Ferrao, de cerrar más de 60 programas en todos los recintos de la Universidad. Esta medida representa un ataque directo a la educación, un derecho tan fundamental que está garantizado en nuestra constitución. La propuesta representa una muestra más del modelo neoliberal que el gobierno entrante intenta imponer a costa de los derechos del pueblo. Es una medida adicional al desmantelamiento de la UPR que ha recibido recortes insostenibles a su presupuesto, al igual que el cierre de residencias estudiantiles, y pésimas condiciones laborales para docentes sin plaza.
Gabriela Flores, coordinadora general de La Jota, señaló que “esta propuesta es una agresión contra la universidad pública, una institución que ha sido y es el principal centro docente del país. Detrás de esta propuesta no hay otra intención que el deterioro de lo público para abrir paso a la privatización y al beneficio exclusivo de unos pocos.”
Ferrao menciona la falta de estudiantes a estos programas como razón para su propuesta. La merma en el estudiantado se debe directamente a los recortes presupuestarios que han provocado el cierre de secciones, menor oferta académica y la inseguridad laboral de cientos de profesores. Si hay poca matrícula en ciertas disciplinas la respuesta de la administración universitaria tiene que ser establecer un plan para fomentar estos programas y no su eliminación. La defensa de estos programas no debe depender de un análisis económico, sino de que son ofrecimientos que las humanidades, la educación, la agricultura, entre otros hacen falta para el bienestar y futuro de nuestro país. La administración universitaria es responsable de defender la Universidad y no destruirla como pretende Ferrao. La propuesta no solo limita las oportunidades educativas para miles de jóvenes, sino que también pone en peligro la capacidad de la Universidad para contribuir al desarrollo económico, social y cultural del país.
“El desmantelamiento de la UPR no es un hecho aislado. Es parte de un plan más amplio de este gobierno, que con cada decisión, busca debilitar las instituciones que benefician al pueblo para dar paso a la privatización y las ganancias de unos pocos. Es una traición al principio de que la educación es un derecho y no un privilegio,” agregó Flores.
La Jota también enfatizó que la comunidad universitaria y el pueblo no pueden permanecer indiferentes ante estas decisiones. Hicieron el llamado a la unión en la lucha contra esta medida y a demandar un compromiso real con el fortalecimiento de la educación pública. “Llamamos a la resistencia organizada. La defensa de la UPR es la defensa del futuro de nuestra juventud y de nuestro país. Este no es solo un ataque a los estudiantes; es un ataque a la clase trabajadora, a las familias, y a toda la sociedad que depende de una universidad pública. Hoy es la UPR; mañana podrían ser nuevamente nuestras escuelas, nuestros hospitales y otros servicios esenciales que ya han sido amenazados y atacados con recortes y políticas que no los hacen más accesibles para la comunidad. No podemos permitir que sigan destruyendo lo que nos pertenece.” concluyó Flores.