Por Melany K. Mercado.
Tras décadas de esfuerzo ciudadano para rescatar uno de los ecosistemas costeros más impactados del noroeste, la comunidad que gestiona la Reserva Natural Comunitaria Mabodamaca alza la voz nuevamente. Esta vez, en defensa de la Playa Golondrina, donde el colapso del paseo lineal ha encendido las alarmas entre residentes, científicos y grupos ambientales.

El tramo costero, que forma parte del paseo lineal de la Costa de Isabela, sufrió daños severos a raíz del huracán María en 2017. Aún hoy, escombros de concreto y asfalto permanecen en la playa, afectando tanto la seguridad de los visitantes como la integridad del ecosistema costero. “Lo qué hay en playa Golondrinas es escombros y un área de riesgo peatonal y de ciclistas”, expresó Héctor Varela, líder comunitario y portavoz de la Fundación Surfrider en Puerto Rico. “Es un área que está sensitiva y hay que tener precaución al pararse en alguna roca o al pasar por cualquier estructura donde hay escombros. Ya han surgido situaciones”.
Varela explicó que muchas personas se preguntan por qué se construyó un paseo en esa zona específica. “Eso se reconoce como el paseo real, un área que por ley permitía el tránsito de hace años, de carrozas y caballos. Ese camino estuvo a punto de perderse, pero hace 25 años atrás la Fundación Surfrider se dio la tarea de limpiar toneladas de basura, ya que el área se convirtió en un vertedero clandestino”.
La comunidad propone una alternativa al diseño actual sometido por los ingenieros contratados, quienes sugieren medidas como la colocación de rocas, cemento y asfalto. “Le explicamos que no es algo que le gustaría a la comunidad”, sostuvo Varela. Ante esto, se creó un comité de expertos compuesto por el ecologista Carlos Torres, la oceanógrafa física Patricia Chardón, el surfista profesional Lito González, la doctora en medicina natural Natalia Pérez y la estudiante de psicología Bernice Baker. El grupo ha elaborado una propuesta que incluye movilizar el paseo tierra adentro y restaurar las dunas.
“Al poner muros de cemento en estas áreas eventualmente esto cambiaría las corrientes del océano. Al movilizar el paseo permite restaurar dunas permitiendo un flujo de arena que hace que no perdamos la playa y probablemente crezca más. Además, el bosque que hay en el área sería reforzado con plantas endémicas y nativas, creando un ambiente para aves que anidan en el área. Adicional, aseguraríamos que el camino no vuelva a deteriorarse”, explicó Varela. Parte de la propuesta es establecer un tablado elevado que permita el acceso público sin dañar el ecosistema.
Varela destacó que el diálogo con el municipio ha sido respetuoso. “Agradecemos que el municipio de Isabela ha estado a la disposición de conversar respetuosamente ante esta problemática”, afirmó, al tiempo que hizo un llamado a otras administraciones costeras: “Me gustaría dirigirme a todos los alcaldes de pueblos costeros, a que tengan procesos de apertura a hablar con organizaciones que estén dispuestas a traer soluciones para ser analizadas. A las comunidades, es importante que nos mantengamos activos en todos los procesos de protección de nuestros recursos costeros y naturales”.
Durante una visita oficial el 8 de junio, el alcalde de Isabela, Miguel “Ricky” Méndez, recibió al director ejecutivo del COR3, Lcdo. Eduardo Soria, para inspeccionar diversos proyectos en construcción, incluyendo el Paseo Lineal Zona Costera, con el fin de agilizar los procesos de reembolso de fondos y evaluar el estado de las obras.
Mientras la administración municipal avanza en los trámites para la reconstrucción, la comunidad continúa recogiendo firmas para respaldar su propuesta. La petición está disponible en línea y ya ha logrado el apoyo de cientos de ciudadanos preocupados por el futuro de este valioso ecosistema costero.