El estudiante Luis Miguel Acevedo Soto, del Departamento de Biología del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), culminó un internado de 10 semanas en el Thunder Bay National Marine Sanctuary, en Alpena, Michigan, donde participó en la primera investigación en la historia enfocada en la acidificación del agua dulce en los Grandes Lagos. La vivencia educativa formó parte de la beca Ernest F. Hollings, que otorga la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) a estudiantes subgraduados destacados en disciplinas científicas.
“¡La experiencia ha sido verdaderamente extraordinaria! Tuve la oportunidad de bucear en el lago y explorar algunos de los más de cien naufragios que el santuario protege como patrimonio arqueológico. Este internado me permitió salir de mi zona de confort, aprender sobre la protección de sitios arqueológicos subacuáticos y comprender su valor cultural e histórico”, relató Luis Miguel con entusiasmo. Entre las embarcaciones exploradas se encontró el Joseph S. Fay, cuya estructura y preservación lo impresionaron profundamente.
El internado se dividió en dos etapas: las primeras nueve semanas de trabajo de campo en el santuario, y una semana final en las oficinas centrales de NOAA, ubicadas entre Silver Spring, Maryland, y Washington D.C., donde presentó los resultados de su investigación durante una conferencia exclusiva para los becarios de este programa nacional.
“Mi función principal fue recolectar muestras de agua en distintos puntos del santuario. Algunas veces llegaba remando, otras caminando y, en ocasiones, a bordo de un barco. Luego las llevaba a uno de los laboratorios de NOAA, donde se procesaban para su análisis. Con estos datos, creamos una línea base del comportamiento bioquímico del agua, lo que podría ser crucial para prevenir un proceso de acidificación similar al que ocurre en los océanos”, explicó el joven, quien ya comenzó su último año académico en el RUM.
Su dedicación y la relevancia de su proyecto no pasaron inadvertidas para la comunidad que lo acogió este verano. The Alpena News, periódico local de gran arraigo, le dedicó dos reseñas en las que se resaltaron tanto la dimensión exploratoria de su trabajo como el aporte científico de sus hallazgos. En la primera cobertura, se describieron sus jornadas de muestreo, las inmersiones en naufragios y los retos ambientales que enfrentó, como el clima cambiante y la dinámica ecológica del lago. En la segunda, se profundizó en la importancia del monitoreo del pH, la detección de tendencias de acidificación y el posible impacto en la biodiversidad y la pesca regional.
“Fue un honor aparecer en un medio que la gente valora y consume. Fue una oportunidad para compartir no solo el trabajo que realicé para proteger su lago, sino también para contar quién soy y de dónde vengo”, afirmó.
El joven mayagüezano, quien es colegial desde prekínder, ya que estudió en el Centro Preescolar, ha recibido varias distinciones durante su jornada académica, entre ellas la Medalla al Mérito Eugenio María de Hostos, otorgada por la Alcaldía de Mayagüez durante el Foro Anual de Cambio Climático, y el premio a Mejor Presentación en la categoría de Developmental Biology and Genetics en la conferencia biomédica ABRCMS.
Su trayectoria con NOAA comenzó formalmente en 2024, cuando fue seleccionado como becario Ernest F. Hollings, distinción que recibe un número reducido de estudiantes universitarios a nivel nacional y que reconoce el potencial académico, la capacidad de aportar a la gestión ambiental y la investigación aplicada.
De cara al futuro, Luis Miguel tiene metas claras. “Me interesa seguir desarrollándome como científico, pero también quiero servir a las comunidades desde el ámbito clínico. Mi meta a corto plazo es solicitar a la escuela de Medicina”, puntualizó.
Entre sus planes también está dedicar un año sabático a la investigación antes de iniciar sus estudios doctorales.