El pasado martes, 19 de agosto de 2025, a las 5:30 p.m., la Catedral Nuestra Señora de la Candelaria fue escenario de una emotiva celebración con motivo del 40 aniversario de la ordenación episcopal de Mons. Álvaro Corrada del Río, S.J., Obispo Emérito de Mayagüez.
En un gesto de comunión eclesial, el obispo de Mayagüez, Mons. Ángel Luis Ríos, los obispos de Puerto Rico y el arzobispo de San Juan, Mons. Roberto González Nieves, concelebraron la Santa Misa junto a los sacerdotes de la diócesis local. También estuvieron presentes autoridades civiles, entre ellas el alcalde de Mayagüez, Jorge Ramos Vélez, quien se unió a la comunidad diocesana para rendir homenaje al servicio pastoral del obispo emérito.
El coro de la catedral, dirigido por José Frontera Agenjo (presidente de la Universidad Católica de Puerto Rico), acompañó la liturgia con cánticos propios de la ocasión, culminando con la interpretación de la Salve de Braulio Dueño Colón, himno mariano que es, además, la composición favorita de Mons. Corrada del Río.
Durante la homilía, el obispo emérito reflexionó sobre sus cuatro décadas de ministerio episcopal, inspirándose en las lecturas litúrgicas del día. En su mensaje, destacó la obediencia humilde que ha caracterizado su vida al servicio de la Iglesia, bajo la guía de los distintos pontífices que lo han acompañado en su trayectoria:
•San Juan Pablo II, quien lo nombró Obispo Auxiliar de Washington el 31 de mayo de 1985 y, más tarde, Obispo de Tyler, Texas, el 5 de diciembre de 2000.
•Benedicto XVI, quien lo designó Obispo de Mayagüez el 6 de julio de 2011, cargo que asumió el 12 de septiembre de ese mismo año.
•Francisco, quien aceptó su renuncia por edad canónica el 9 de mayo de 2020.
Posteriormente, en 2022, ya como obispo emérito, aceptó por obediencia al Santo Padre la encomienda de administrar la Diócesis de Arecibo hasta la llegada de un nuevo obispo.
La celebración reunió a fieles, sacerdotes, obispos y representantes de la vida civil en un mismo espíritu de gratitud y alegría. Fue un reconocimiento público a la vida de entrega, humildad y servicio al pueblo de Dios que Mons. Corrada del Río ha ofrecido a lo largo de su ministerio episcopal.