Por: Dra. María Sotelo Porto
Recientemente en diversos medios informativos la comunidad mayagüezana se entera que estudiantes y profesores se enfrentaron a la sorpresiva decisión de los administradores de una institución educativa postsecundaria privada, dedicada al campo de la belleza en Mayagüez, de cesar sus operaciones el 12 de julio del año en curso. Tanto los docentes como los estudiantes informaron que se enteraron de la clausura al observar en la entrada de la institución un cartel que anunciaba el cierre, mientras ellos esperaban que alguien abriera la puerta de la institución para tener acceso a sus salones para tomar sus clases.
A pesar que la Ley de Registro y Licenciamiento de Instituciones de Educación establece que las instituciones educativas privadas deben notificar su cierre al menos con 60 días de anticipación, la facultad y los estudiantes comunicaron que la institución no realizó ningún tipo de notificación oficial, ni informal previo al cierre, y luego de la misma. Hasta el momento los estudiantes desconocen si los administradores realizarán su deber de hacer las gestiones para que ellos puedan realizar los trámites para solicitar sus licencias profesionales y acudir ante la Junta Examinadora, desconocen lo que va a suceder con sus becas, sus créditos, sus exámenes para dar inicio la práctica de sus profesiones; mientras que la facultad desconoce si la administración realizará el pago del trabajo realizado.
La situación es muy perjudicial para los estudiantes y los docentes, debido a que atenta contra su educación postsecundaria, contra la productividad, los ingresos y su calidad de vida; también, ¡atenta contra el desarrollo y fortalecimiento económico de Mayagüez!. La población mayagüezana, como otros pueblos, vive por debajo del umbral de pobreza, años tras años una gran cantidad de jóvenes con educación postsecundaria e integrantes de la fuerza laboral emigran.
Nuestros estudiantes necesitan ser respetados, tener oportunidades para prosperar, tener espacios para ejercer su oficio o profesión en su País; las instituciones educativas necesitan evaluar constantemente su efectividad en la prestación de servicios, y establecer acciones para atender de inmediato las deficiencias halladas. Puerto Rico necesita reconstruirse creando mecanismo de rendición de cuentas sobre los procesos y resultados de gestiones para asegurar que los tomadores de decisiones se adhieran a las normas y a las leyes. Puerto Rico necesita fiscalizar acciones y hacer cumplir las leyes. Puerto Rico necesita prevenir y combatir la corrupción. Lo mencionado, contribuye a crear un entorno atractivo para la inversión capital y la creación de empleos.
Un sistema educativo postsecundario transparente contribuye a reconstruir la clase media, y a su vez contribuye al crecimiento de la economía. Es meritorio que los administradores de instituciones de educación postsecundarias rindan cuentas en su gestión, corrijan y busquen soluciones a los problemas, atiendan con premura las necesidades de la población a ser servida en beneficio del bien común para esta generación y la futura.
Además de lo mencionado, es meritorio evaluar qué gestiones han realizados los actuales representantes, senadores, alcaldes del área oeste, agencias concernidas y los nuevos aspirantes a escaños políticos en las próximas elecciones generales por ayudar a estos jóvenes estudiantes y a sus profesores, y por fortalecer el desarrollo económico de Mayagüez.
Al resonar en mi mente: ¡Despierta Borinqueño que han dado la señal!. Expreso: ¡Boricua, pa’ que tú lo sepas!, la señal es que en Puerto Rico la educación postsecundaria se está haciendo menos asequible, incluso para aquellos con ayuda financiera. Boricua, ¡Despierta de ese sueño, que es hora de luchar!. ¡Es hora de combatir cualquier atentado contra la educación, contra nuestros estudiantes, contra nuestros docentes y contra el desarrollo económico de Mayagüez!. ¡Es hora que en nuestros corazones arda el llamado patriótico!.