El alcalde de Comerío, Irvin Rivera González, se reunió este martes con la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) para presentar un informe detallado del deterioro fiscal del municipio y reclamar una distribución más equitativa de los recursos públicos en Puerto Rico.
Durante el encuentro, el alcalde expuso los hallazgos mediante una presentación titulada “Snapshot of Comerío”, para describir cómo la estructura de financiamiento vigente —concentrada en el área metropolitana— ha dejado a los municipios rurales al borde del colapso.
“El 74% de la población del país vive fuera del área metropolitana, pero recibe apenas una fracción de los fondos disponibles. Comerío no está pidiendo privilegios, está pidiendo justicia”, afirmó Rivera González luego de la reunión.
De igual forma el alcalde señaló que de los $350 millones en fondos que la JSF ha autorizado para los municipios, Comerío sólo ha recibido $3.7 millones. Esto son $1.4 millones menos de lo que previamente el municipio recibía con el Fondo de Equiparación. Esta reducción representa casi la mitad del presupuesto operacional del municipio.
El dinero autorizado por la JSF no es recurrente, por lo cual esa cuantía podría aumentar en los próximos años. “Hace falta buscar una nueva forma de financiamiento de los municipios, que se fundamente en la delegación justa de fondos para recurrentes para servicios a los ciudadanos”, advirtió el alcalde.
Por su parte, la Liga de Ciudades de Puerto Rico, validó los hallazgos mediante la radiografía fiscal, realizada a los municipios en el 2021. La Liga de Ciudades ha denunciado consistentemente que la eliminación del Fondo de Equiparación y la desigualdad en la distribución de los recaudos han provocado el actual escenario de insolvencia fiscal para gran parte de los municipios del país.
Pérdida escalonada de recaudos
El informe revela que los municipios, en general, han enfrentado una pérdida estimada de $390 millones entre 2019 y 2025, en gran parte debido a la eliminación del Fondo de Equiparación, que suplían fondos clave para las operaciones básicas.
En el caso de Comerío, su presupuesto se redujo en un 50% en menos de una década: pasó de $10.5 millones en el año fiscal 2016-2017 a $5.3 millones para el 2024-2025. Esta contracción ha obligado al municipio a tomar medidas de austeridad, incluyendo la reducción de su plantilla laboral de 330 empleados en 2012 a 220 en 2025. Puestos clave permanecen congelados o vacantes. En adición, Rivera González expuso múltiples medidas para generar fondos y recortes fiscales a la legislatura municipal.
“El modelo actual no es funcional. Si no se realiza un ajuste, Comerío y otros municipios podrían quedar insolventes al cierre del presente año fiscal, el 30 de junio”, dijo el alcalde.
Pese a los recortes, el municipio continúa ofreciendo servicios esenciales que incluyen recolección y disposición de basura, mantenimiento de alcantarillado, carreteras, puentes, espacios recreativos, cementerio municipal, policía municipal, acceso a alimentos y recogido de basura.
Del presupuesto actual, el 47.2% ($2.5 millones) se destina a imposiciones estatutarias como beneficios de retiro, seguros médicos, utilidades y pagos requeridos por ley, mientras que el 52.8% ($2.8 millones) se usa para gastos operacionales.
La prestación de estos servicios se ha mantenido, en parte, gracias a fondos no recurrentes como los del ARPA (Plan de Rescate Americano), préstamos CDL, la Ley 53 y el Fondo de Servicios Esenciales. No obstante, la mayoría de estos fondos vencen este mes, dejando al municipio sin un respaldo financiero para continuar operando en 2025.
A pesar de los esfuerzos de la administración municipal para generar ingresos adicionales mediante ordenanzas —incluyendo el establecimiento de tarifas administrativas y el cobro de fianzas por obras municipales— varias de estas medidas no fueron aprobadas por la legislatura municipal de Comerío. Entre ellas, propuestas para establecer nuevas contribuciones vinculadas a proyectos de desarrollo económico y cargos por recogido de material vegetativo.
Rivera González sometió ante la JSF la necesidad de una revisión estructural del modelo de distribución de fondos públicos. “Seguimos haciendo más con menos, pero esto no es sostenible. Si no se actúa ahora, municipios como Comerío no podrán seguir cumpliendo con sus responsabilidades básicas ni ofreciendo servicios esenciales”, puntualizó.