Por: Luis Ríos
Solo el 6% de los visitantes que llegan a Puerto Rico provienen de Europa, según Discover Puerto Rico (2024). Esta cifra contrasta con República Dominicana, que en 2023 recibió más de 418,000 turistas europeos, principalmente desde Francia, Alemania, España e Italia (Banco Central RD, 2024). A la luz de una nueva alianza de promoción internacional entre ambos países caribeños, Puerto Rico quiere mejorar su atractivo frente al competitivo escenario turístico regional. Pero, ¿qué necesita para lograrlo?
La estrategia se apoya en Aguadilla, al oeste de la isla, donde el Aeropuerto Rafael Hernández (BQN) intenta posicionarse como punto de entrada clave. Aunque Iberia ha anunciado operaciones hacia San Juan, los vuelos entre Madrid y Aguadilla aún requieren escalas en aeropuertos estadounidenses como Miami o JFK, lo que representa una barrera para el mercado europeo, tradicionalmente menos afín a destinos con fuerte identidad anglosajona.
Comparando costos, un vuelo ida y vuelta de Madrid a Punta Cana ronda los $730 USD con conexión directa. En cambio, volar de Madrid a Aguadilla cuesta unos $1,050 USD, con escalas obligatorias. A este gasto se suma el de transportación terrestre: alquilar un vehículo en Puerto Rico puede costar entre $60 a $75 diarios, más peajes y gasolina, dada la escasa conectividad en transporte público fuera del área metropolitana. En República Dominicana, por el contrario, los visitantes encuentran servicios turísticos y transporte adaptados a recorridos rurales, de montaña, playa y ciudad, todo con paquetes accesibles.
Si se proyecta una estadía promedio de 5 días para un turista europeo, el costo total por persona en Puerto Rico puede alcanzar los $2,000 USD, versus los $1,450 USD en RD. Esta diferencia no se traduce necesariamente en una experiencia más diversa o rica culturalmente, donde la isla vecina destaca con opciones como Samaná, Boca Chica y Santo Domingo, combinando turismo ecológico, playas, gastronomía y hospitalidad altamente valorada por los europeos.
La alianza con República Dominicana es una movida inteligente que permite aprovechar la fortaleza del vecino en el mercado europeo, y Puerto Rico puede complementarse con su oferta diferenciada. Sin embargo, lograr ese objetivo exige revisar el modelo turístico, invertir en conectividad aérea directa y repensar la experiencia del visitante más allá del molde estadounidense. Puerto Rico tiene con qué competir, pero necesita una estrategia más agresiva, realista y centrada en lo que busca el turista europeo: autenticidad, cultura y facilidad.