Con la histórica residencia musical de 30 conciertos “No Me Quiero Ir De Aquí”, que Bad Bunny comenzó a presentar en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot el viernes 11 de julio y que se extenderá hasta el domingo 14 de septiembre, miles de visitantes llegarán a la isla y, una vez más, los ojos del mundo volverán a posarse sobre nosotros. La gira mundial de Bad Bunny llegará a 23 países, lo que amplifica aún más la atención internacional sobre Puerto Rico. Para Sofía Lorena Cuevas Pagán, joven artista puertorriqueña, gracias a este fenómeno cultural, Puerto Rico vive una oportunidad única. Más allá del espectáculo, la fama o el impacto millonario en la economía, ella reconoce en este momento un escenario ideal para revelar la verdadera esencia de Puerto Rico: nuestras Bellas Artes.
A partir del inicio de esta histórica residencia artística —evento que ya se considera uno de los más exitosos e importantes en la historia del género urbano en la isla—, Puerto Rico recibe una atención mediática y turística sin precedentes. La producción del evento supera los 10 millones de dólares y se proyecta un impacto económico global estimado en más de $377 millones, según un análisis de Advantage Business Consulting. Este impacto incluye la venta de boletos, el turismo generado de más de 600,000 visitantes, el gasto relacionado a los conciertos y la creación de empleos directos, indirectos e inducidos.
Sofía Lorena afirma que, inevitablemente, esta realidad, invita a una reflexión serena pero necesaria: mientras el género urbano, en una sola presentación, logra movilizar enormes recursos y audiencias masivas, nuestras Bellas Artes —que enriquecen la vida de miles de niños, jóvenes, adultos y personas mayores, así como la de sus familias y comunidades en Puerto Rico durante todo el año, a través de presentaciones, programas educativos, y el fomento del diálogo y el acceso a nuestra cultura, en su mayoría de manera gratuita— apenas logran sostenerse con presupuestos limitados.
Y, sin embargo, son en nuestras Bellas Artes —la danza, la música, el teatro, la pintura, la escultura, la literatura, las artes visuales…— donde florecen los valores, la disciplina, la sensibilidad, nuestra identidad cultural y la belleza que nos hace puertorriqueños.
> “Desde Paoli hasta Bad Bunny, el mundo entero aplaude el talento que vibra en nuestra isla. La danza, la música, el teatro, la pintura, la escultura, la literatura… son la expresión profunda de lo que somos. Son llama encendida que revela nuestra verdad y nos une como pueblo”, expresó Sofía Lorena, bailarina y defensora acérrima del arte como motor de transformación social.
El impacto global del éxito de Bad Bunny ha proyectado el nombre de Puerto Rico ante los ojos del mundo. Para Sofía Lorena, ese logro representa una valiosa oportunidad: convertir esa visibilidad en una plataforma para dar a conocer otras voces esenciales de nuestra identidad cultural. Voces que laten en las salas de teatro, en los escenarios de nuestras compañías de danza, en los lienzos, partituras, versos y esculturas que brotan de esta tierra. Gracias a la resonancia de la residencia musical de Benito, también nuestras Bellas Artes pueden ser vividas y conectar al mundo con lo más profundo del alma puertorriqueña.
> “El éxito de Benito ha proyectado a Puerto Rico ante el mundo, y eso debe inspirarnos a mostrar también nuestras raíces, nuestras salas de teatro, nuestras orquestas, nuestras compañías de danza, nuestra literatura y galerías de arte. Que quienes nos visitan se lleven en el corazón también el arte que nos emociona, que nos sana y que nos une”.
Como representante estudiantil de la Escuela Especializada en Ballet Julián E. Blanco del Departamento de Educación, y con una trayectoria de reconocimientos por su compromiso con nuestras Bellas Artes, especialmente en la defensa de las Bellas Artes en nuestras escuelas públicas, Sofía Lorena encarna una nueva generación que desea actuar con propósito, ser parte de la solución y agentes de cambio.
> “Como joven puertorriqueña, orgullosa de sus raíces, cultura y raza, creo que nuestras Bellas Artes no son un lujo, sino una necesidad apremiante. En tiempos en que parte de la música popular glorifica la violencia, el consumo de drogas o la cosificación de la mujer —algo que preocupa a un sector de nuestra sociedad—, nuestras Bellas Artes nos ofrecen otro camino: nos ayudan a resistir la indiferencia, elevar nuestro pensamiento y vivir con mayor sentido. Frente a la saturación de mensajes vacíos o agresivos que a veces dominan el ambiente cultural, nuestras Bellas Artes nos invitan a reencontrarnos con la belleza, la dignidad y los valores que edifican una mejor sociedad puertorriqueña».
> “Por eso, hoy más que nunca, necesitamos ese resplandor. Nuestras Bellas Artes nos enseñan la empatía, la solidaridad, la belleza del respeto, la fuerza del amor compartido; valores que nos urgen para construir la sociedad justa y luminosa que merecemos. Y con eso, Puerto Rico puede brillar con luz propia”.
Para Sofía Lorena, nuestras Bellas Artes son la mejor herramienta para lograr el cambio social que Puerto Rico necesita. A través de ellas, se siembra disciplina, sensibilidad, pensamiento crítico y sentido de comunidad. Por eso, hace un llamado a las familias, a la juventud y a los líderes del país a aprovechar esta ola de atención internacional para hacer visibles nuestros valores culturales más profundos. «Que esa sea la experiencia más auténtica que nuestros visitantes se lleven de Puerto Rico: la de un pueblo que vibra a través del arte», afirmó.
> «Las Bellas Artes son el alma palpitante
de nuestra cultura. Nos cuentan, nos sanan,
nos elevan, nos inspiran, nos estremecen.
En fin, nos emocionan…».
Porque el arte también convoca y transforma, Sofía Lorena invita a todos los amantes de nuestras Bellas Artes a ser parte de esta gran oportunidad que tenemos con la residencia artística de Bad Bunny, sumándonos con creatividad y compromiso. Podemos crear nuestra propia campaña cultural y demostrar que también somos parte de la solución. Enviemos el mensaje —a las generaciones presentes y futuras— de que nada es imposible cuando se sueña y se trabaja con esfuerzo, determinación y ahínco.
★ Organizar actividades culturales abiertas al público durante la semana de conciertos: recitales, presentaciones callejeras, exposiciones al aire libre.
★ Usar las redes sociales para compartir obras de artistas puertorriqueños, con etiquetas que combinen arte y orgullo patrio.
★ Invitar a los visitantes a conocer nuestros museos, espacios culturales y escuelas de Bellas Artes.
★ Unirse a iniciativas comunitarias que lleven talleres de arte a comunidades, como forma de celebrar el momento y sembrar esperanza.
> “Benito Antonio Martínez Ocasio, Bad Bunny, como puertorriqueña de corazón te felicito por este logro histórico. Tu gesta, que ha puesto a nuestro Puerto Rico en el centro del mundo, ha sido extraordinaria, y tu éxito, incuestionable. Nuestro pueblo vibra con talento en todas sus expresiones —desde el reguetón hasta el ballet—, y eso merece celebrarse con orgullo, alegría y respeto».
> «No hace falta ser fan ni aplaudir cada verso de sus canciones. Tampoco se trata de elevar ídolos, sino de reconocer lo que esta oportunidad representa. Más allá de gustos, lo que está ocurriendo con la residencia de Bad Bunny en el «Choliseo» trasciende al artista. Es una plataforma que ha puesto a Puerto Rico en los ojos del mundo, y eso no pasa todos los días. Como puertorriqueña, me llena de orgullo ver cómo, gracias a su residencia artística, se abre una ventana inmensa para mostrarle al mundo la riqueza de nuestras Bellas Artes. Bad Bunny ha dirigido los ojos del planeta hacia nuestra isla, y en ese haz de luz que nos ilumina, también brilla lo que somos: cultura, arte y corazón. Que este momento sirva como recordatorio para que juntos revelemos la verdadera esencia de Puerto Rico: nuestras Bellas Artes».
> “A mis hermanos puertorriqueños les digo: si somos capaces de llenar el ‘Choliseo’ con miles de voces y corazones para abrazar el género urbano, también podemos llenar los teatros, las galerías de arte, los eventos culturales donde el alma se expresa y florece. Y, sobre todo, podemos llenar las escuelas y salones de clase donde nacen los sueños y nuestras Bellas Artes cobran vida. Apoyar el arte no es un lujo: es sembrar esperanza, regar futuro y levantar patria con cada pincelada, nota o movimiento. Y lo más hermoso es que nuestras Bellas Artes están al alcance de todos —eventos que, en su mayoría, son totalmente gratuitos o con boletos a un costo simbólico, sumamente accesible para el pueblo. Yo creo en un Puerto Rico mejor”, afirmó con esperanza Sofía Lorena. “Y mientras haya juventud dispuesta a soñar con belleza y a crear con amor, jamás nos faltarán motivos para creer».
Sofía Lorena Cuevas Pagán, con apenas 16 años, forma parte de la prestigiosa compañía profesional de danza Ballets de San Juan, la primera en su clase en Puerto Rico y reconocida como Patrimonio Cultural Intangible del Pueblo de Puerto Rico. Más allá de su talento como bailarina, continúa forjando una voz pública firme y sensible, comprometida no solo con las artes, sino con su país. Cree profundamente en el poder transformador de la cultura para sanar heridas, inspirar cambios y construir una mejor sociedad puertorriqueña.
> “Nuestras Bellas Artes…
Que no se apaguen. Que se enciendan.
Que las vivamos, con orgullo, con pasión,
como el arte de ser quienes somos.
¡Puertorriqueños!».