Por Melany Mercado
Más allá de las canchas y la emoción del Baloncesto Superior Nacional (BSN), los Piratas de Quebradillas continúan demostrando su compromiso con la comunidad, especialmente con las nuevas generaciones. Así lo expresó su gerente general, Jaime Parés, quien compartió detalles sobre la iniciativa que lleva al equipo a visitar campamentos de verano y centros especiales, llevando educación, motivación y experiencias únicas a niños y jóvenes de la región.
“Al principio de cada temporada, como parte de la iniciativa de la franquicia, ofrecemos clínicas y promovemos nuestros partidos entre los más jóvenes. Este año, al ver el entusiasmo de las visitas previas, decidimos establecer un plan formal para el verano. Sabemos que en nuestra zona hay una gran cantidad de campamentos enfocados en el baloncesto, así que nos comunicamos directamente con ellos para ofrecerles una alternativa distinta a su rutina regular”, explicó Parés.
Más que baloncesto: una experiencia formativa
La propuesta del equipo no se limita a enseñar fundamentos del juego. Las visitas incluyen clínicas deportivas, charlas educativas, espacios para preguntas y respuestas, y competencias amistosas entre los participantes y los propios jugadores. Según el gerente general, uno de los aspectos más valiosos de estas visitas es la conversación directa entre los niños y los atletas.
“Muchos de estos niños sueñan con ser jugadores de baloncesto, así que les hablamos de las realidades que acompañan esa meta: la importancia de la educación, la disciplina, la alimentación, entre otros. Nuestros jugadores comparten sus vivencias, historias de esfuerzo y superación. Queremos que estos jóvenes vean que no hay límites”, dijo Parés.
Uno de los momentos más conmovedores de este verano ha sido la inclusión de visitas a centros de necesidades especiales, incluyendo una entidad en Quebradillas que atiende a niños desplazados de sus hogares.
“Este año ha sido sumamente especial. Hemos adoptado una entidad local y nuestros jugadores han compartido tiempo con estos niños, en un ambiente donde se sienten vistos, valorados y acompañados. Es algo que impacta tanto a los niños como a los propios jugadores”, señaló.
Una conexión que trasciende la cancha
Los jugadores participan de forma libre y voluntaria, y según Parés, todos han mostrado entusiasmo en sumarse a las visitas. “Ellos disfrutan salirse de la rutina, conectar con los chicos que los admiran, firmar camisetas, contar sus anécdotas. Los niños se identifican con ellos porque muchos de nuestros jugadores vienen de realidades similares: hogares humildes, familias numerosas, comunidades con limitaciones económicas. Ese tipo de intercambio es poderoso”, aseguró.
Temporada exitosa en el BSN
En cuanto al desempeño en el BSN, los Piratas cerraron la temporada regular en la segunda posición de la Sección B, a solo un juego del primer lugar, ocupado por los Indios de Mayagüez. Ahora se preparan para enfrentar a los Leones de Ponce en la próxima serie.
“Estamos satisfechos con lo logrado hasta ahora. Nuestra primera meta era clasificar entre los primeros dos puestos y la cumplimos. Ahora vamos paso a paso, con la mira puesta en el campeonato”, declaró Parés.
El gerente general aprovechó para enviar un mensaje a la fiel fanaticada pirata: “Continúen apoyando al equipo. Cada día nuestros jugadores lo dan todo por ustedes. Estamos más unidos que nunca y trabajando por la meta que todos queremos: el campeonato. Los necesitamos en el Coliseo Raymond Dalmau y también en las canchas visitantes. Contamos con su disposición y su energía”.
Con iniciativas como esta, los Piratas de Quebradillas no solo luchan por la victoria en la cancha, sino que también dejan una huella significativa en la comunidad que los respalda.