Alonso Ortiz Menchaca, presidente ejecutivo de la organización sin fines de lucro El Otro Puerto Rico
El presidente ejecutivo de la organización sin fines de lucro El Otro Puerto Rico, Alonso Ortiz Menchaca, hizo un llamado urgente para que los nuevos líderes electos del país aborden la crisis de vivienda en Puerto Rico que continúa alcanzado niveles alarmantes e impacta a miles de familias en la isla.
“Entre 2017 y 2020 en Puerto Rico perdió aproximadamente 185,000 unidades de vivienda, de las cuales 510,000 se vieron afectadas con los huracanes Irma y María, pero sobre todo, en el sur y en el oeste, los terremotos del 2020 destruyeron aproximadamente otras 10,000 unidades de vivienda, así que entre todos estos fenómenos naturales, se vieron afectadas más de 500,000 viviendas, pero de esas, 185,000 se perdieron, lo que representa un golpe extraordinariamente fuerte para nuestro mercado de viviendas”, detalló el licenciado Ortiz Menchaca.
Asimismo, el presidente de El Otro Puerto Rico señaló, que a estos desastres naturales se suman la inflación tras la pandemia, el aumento de los intereses hipotecarios y la llegada de inversionistas extranjeros. «Estos inversionistas han estado adquiriendo propiedades a precios bajos, comprando grandes sectores y comunidades completas para remodelarlas y convertirlas en arrendamientos a corto plazo», explicó.
“La proliferación de alquileres a corto plazo ha exacerbado la situación. Según datos del portal AirDNA y estudios del Centro para una Nueva Economía, entre 2014 y 2023, Puerto Rico pasó de tener 1,000 unidades bajo arrendamiento a corto plazo a 33,000. Esto implica que muchas unidades salen del mercado de arrendamiento a largo plazo, dejando a familias sin opciones de vivienda», afirmó Ortiz Menchaca.
De acuerdo con el Licenciado, esto a su vez disparó el costo de los alquileres en los últimos años. «En 2017, el promedio general para un apartamento de dos cuartos y un baño era de $504, pero para 2019, aumentó a $800, y hoy en día supera los $2,000. Municipios como Vega Alta, Vega Baja, Manatí, Río Grande, Aguada y Aguadilla han experimentado incrementos de hasta un 600 por ciento», indicó.
Ante este panorama, El Otro Puerto Rico presentó en julio una propuesta integral de política pública para crear la Ley de Acceso a la Vivienda Digna de Puerto Rico. «Proponemos, entre otras medidas, la creación de una Oficina de Regulación del Arrendamiento dentro del Departamento de la Vivienda para regular tanto los arrendamientos a largo como a corto plazo», explicó Ortiz Menchaca.
El Licenciado enfatizó la necesidad de regular el mercado de alquileres a corto plazo. «Añadir unidades de vivienda toma tiempo. Mientras tanto, es esencial regular el mercado para evitar que los precios sigan aumentando y permitir que la gente pueda pagar y permanecer en Puerto Rico», señaló.
Además, la organización aboga por la derogación de la Ley 22, que ofrece incentivos contributivos a inversionistas extranjeros. «Tras 12 años, no se ha demostrado un impacto beneficioso para Puerto Rico. Según informes gubernamentales, la Ley 22 ha resultado en una pérdida neta de ingresos de aproximadamente $2,200 millones», argumentó.
Ortiz Menchaca destacó el efecto negativo de la Ley 22 en las comunidades. «Esta legislación ha fomentado el desplazamiento y ha generado un frenesí de compraventa de propiedades, elevando los precios y dificultando el acceso a la vivienda para los residentes locales», afirmó.
Para concluir, el presidente de la organización sin fines de lucro, hizo un llamado a la nueva Asamblea Legislativa y a las autoridades entrantes para que atienda esta problemática. «La crisis de vivienda en Puerto Rico es real y requiere atención urgente. Exhortamos a que se aborde este problema con la seriedad que amerita y que se incluyan a las organizaciones de base comunitaria en la creación de políticas públicas efectivas», expresó.
«Estamos dispuestos a sentarnos a dialogar y construir soluciones que atiendan las necesidades de las familias puertorriqueñas, especialmente del millón de personas que vive alquilando, entre quienes se encuentran jóvenes, madres solteras y adultos mayores», concluyó.