
La transparencia gubernamental lucha en estos tiempos por tener credibilidad y luchar contra la corrupción y la burocracia a la par que ofrece sus servicios y actividades de la mejor forma posible. En el oeste de la isla, son varias las instituciones públicas que están bajo “la sombra” de la premisa anterior. Uno de los casos más recientes es el de las oficinas del Centro de Servicios al Conductor (CESCO) de Mayagüez. Una de las trabajadoras de esta institución que prefirió guardar su anonimato se comunicó con este periódico para denunciar lo que a su juicio son algunas de las irregularidades que en este lugar vienen ocurriendo.
De acuerdo a la denuncia recibida por este medio, la directora del CESCO de Mayagüez Tania Lugo, quien fuera candidata por el PNP a la alcaldía de dicho municipio, no está garantizando el cumplimiento de las normas y protocolos ante el COVID-19 dentro del personal que labora en el CESCO. La persona que expresó el malestar por esta situación, aseguró que la esposa de un compañero de trabajo presuntamente dio positivo al virus, algo que Lugo negó sin mostrar evidencia de una prueba molecular negativa de esa persona. Además, de generar poca confianza en esta acción, aseguran que el protocolo para medir la temperatura del personal es poco fiable, pues cerca del ponchador colocaron un papel para que cada uno de los trabajadores escriba la temperatura que tiene y llevar de esta forma un registro muy dudoso.
La funcionaria del CESCO de Mayagüez indicó que “desde el 6 de julio, día en que se comenzó a trabajar no tenemos una seguridad de que esto fue desinfectado, pues nunca la mostró, y si así se hubiese hecho, nunca se ha vuelto a desinfectar. Tampoco hay una certificación de un ingeniero estructural donde indique que luego de los temblores este edificio esta apto para tener tantas personas adentro”, aseguró la trabajadora del lugar.
Este periódico se acercó a las oficinas del CESCO de Mayagüez para constatar la situación. En el lugar es evidente el deterioro que ha sufrido la fachada del edificio, así como los numerosos cráteres y huecos que hay en las áreas del estacionamiento. Al intentar conocer de parte de la directora de dicha institución, Tania Lugo, los protocolos que se llevaban en el lugar ante el COVID-19 de manera interna, ésta aseguró que quien tenía que responder eso era otra persona encargada de los asuntos públicos. Este medio intentó comunicarse con dicho funcionario, sin conseguir respuesta alguna.