Fernando Basto – Experto de Mercadeo
El COVID-19, forzó a la mayoría de las empresas a trasladar el trabajo en casa y a otras a cesar actividades; esta situación puso en alerta la sostenibilidad de las entidades, obligándolas a recurrir a la supervivencia empresarial. Fernando Basto, consultor y empresario con experiencia en planeación estratégica, mercadeo, marketing digital y supervivencia empresarial, define este concepto como “una metodología para mantener operativa y darle sostenibilidad a una empresa”,La supervivencia se basa en un método con las siguientes medidas:
–Reconocer la crisis: Es importante que dentro de la empresa exista una consciencia colectiva de que se está pasando por un momento crítico, para tomar buenas decisiones.
-Aprender a tomar decisiones: Se deben desarrollar habilidades en la toma de decisiones en situaciones adversas, es habitual comenzar a despedir personal de una vez, dejar de pagar cuentas acumulando pasivos y cerrar operaciones sin reflexionar las consecuencias que en el mediano y largo plazo, ya que esto afecta la productividad y la fidelización de los clientes.
-Estar en contexto: Monitorear lo que está sucediendo en el entorno social y político del país que afecta de manera directa e inmediata a la empresa, es pertinente.
-Trabajo en equipo: Los empleados están en diferentes niveles de incertidumbre, por ello se debe incentivar el trabajo en equipo y la colaboración.
-Las herramientas de la supervivencia implican: conocer las Finanzas de la empresa, cuánto hay disponible, cuánto se debe pagar y saber hasta cuándo esos recursos pueden aguantar la situación en diferentes escenarios, luego se debe tratar de mover las estructuras de costos, trasladar algunos gastos fijos a variables, no necesariamente de personal, pueden ser costos de producción o gastos fijos que se puedan negociar.
-La planeación, permite aprovechar el tiempo para hacer un plan de mercadeo e implementar las estrategias una vez se comience a reactivar la economía, teniendo en cuenta que se viene una “economía en guerra” en la que seguramente la competencia será dura.
-El talento humano tiene que ser el último recurso sobre el cual se vaya a prescindir, ahora es cuando menos se debe dejarlos de lado, porque son el principal recurso.
-El mercadeo es clave, la comunicación y rediseñar el portafolio son importantes.
Finalmente, la perspectiva y proyección, vitales en el corto, mediano y largo plazo, para pensar y prever los cambios en los patrones de consumo y repensar el negocio para las condiciones en las que se está desarrollando el mundo.