
Susana Quiñones lo piensa dos veces antes de transitar la carretera del barrio Río Grande, sector Juan Muñiz en Aguada, para visitar a su hija. Según cuenta la mujer, ha incurrido en gastos que ascienden a cientos de dólares en piezas para su vehículo, así como ha desmejorado su condición de espalda, por los múltiples hoyos que hay en el camino.“Yo voy a casa de mi hija y después estoy una semana acostada, porque me lastimo demasiado, tengo los discos herniados. A veces me gustaría visitar a mi hija, pero me abstengo, porque pienso en el camino. Lo que solicitamos es tener un camino por donde se pueda pasar tranquilamente, sin lastimarse uno la espalda ni dañando las gomas de los carros” expresó la mujer. La mujer de edad avanzada comentó que su queja es una común entre sus vecinos.
De hecho, un residente se dio a la tarea de rellenar los hoyos con tierra, pero con las precipitaciones constantes, los agujeros vuelven aparecer.
Asimismo, la comunidad ha hecho múltiples gestiones para identificar y reparar los hundimientos en las carreteras que van en deterioro desde el año pasado. Mientras, se denuncia la situación a representantes de la zona y a el exalcalde de Aguada, Julio César “Yuyo” Román.
También, Quiñones aseguró visitar todos los martes la alcaldía de Aguada solicitando atención. Sin embargo, no se ha visto solución. “Donde quiera que veo al alcalde de Aguada, Manuel Santiago Mendoza, voy corriendo para solicitarle que me arregle la carretera. Él no dice que no va atender el asunto, pero tampoco hace nada. Siempre les dice a los residentes del área que no se preocupen que se va hacer lo pertinente, pero lo que queremos es que por favor, se tome acción, porque los hoyos cada vez son más” manifestó.
Con todo eso, la comunidad, que no cuenta con una ruta alterna para llegar a sus viviendas, fue informada sobre un préstamo destinado arreglar el pavimento con asfalto durante el mes de mayo. Sin embargo, recientemente fueron notificados que los fondos no estarían disponibles hasta posiblemente el mes de diciembre.
Reclaman la limpieza
Del río Guayabo
Por otro lado, el río que desemboca en la playa Pico de Piedra, representa una amenaza cuando sale de su cauce y perjudica a las casas adyacentes. Cuando llueve, el agua llega hasta las marquesinas de las residencias. Asimismo, Quiñones insistió en que el río nunca ha sido limpiado, por ende, tiene árboles, bambúas, que obstaculizan el flujo del agua. También señaló, que en el área se percibe un hedor desagradable de aguas usadas.“El río constantemente se mantiene al borde de salir de su cauce.
Las casas que son colindantes al caudal han perdido los enseres del hogar en varias ocasiones. A mi hermana, este río le afecta directamente, por eso tiene su bulto preparado con medicamentos y ropa. Cuando el río se sale tiene que llegar a mi casa a refugiarse, después cuando se calma tiene que regresar a limpiar” abundó Quiñones.